Un radar de lentitud en Oporto «multa» en los atascos con abonos para ir en tren

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

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Comboios, la Renfe portuguesa, intenta ganar clientes entre los que sufren la congestión del tráfico en horas punta

31 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los usuarios del automóvil privado son reacios a abandonarlo, aunque sufran a diario los atascos y sus enormes pérdidas de tiempo. Comboios de Portugal, la operadora ferroviaria, ha iniciado en Oporto una campaña de márketing directo para intentar captar a estos conductores con el objetivo de que utilicen el tren metropolitano y evitar así el desgaste diario de las colas. La estrella de esta campaña es un radar que mide la velocidad de los coches bautizado como radar de lentidão (lentitud). «Se trata del primer equipamiento de radar que no caza al que comete un exceso de velocidad, sino al que está parado sin necesidad», asegura con cierta ironía Comboios en el comunicado en el que anunciaba una medida que ya fue probada con éxito en Lisboa, también con una importante red ferroviaria metropolitana.

En este caso la multa tiene premio y no castigo. Unos jóvenes contratados por la empresa ferroviaria se acercan a los vehículos parados e imponen a los conductores unas sanciones muy particulares. En ellas aparece la matrícula del vehículo, la ridícula velocidad a la que circulaba a su paso por el radar, y un texto en el que se le explica que en una web podrá intercambiar esa multa por un abono mensual en los trenes metropolitanos. En esa página, la ironía se mantiene: «Si ha entrado en este site es porque ha sido cazado en un exceso de lentitud, cuando quedó atrapado de camino al trabajo, a la escuela, a la universidad o simplemente al salir a pasear».

Después explican que se puede intercambiar la sanción por un bono mensual «para experimentar las ventajas de llegar de forma más rápida y económica a su destino». Eso sí, cada campaña tiene un límite para unos tres mil nuevos clientes, repartidos a partes iguales entre las tres ciudades portuguesas que cuentan con tren metropolitano o de cercanías: Lisboa, Oporto y Coímbra. Aunque se trata de una campaña que puede retomarse periódicamente y también se puede utilizar para acceder a los abonos de los trenes regionales o de media distancia. Al comprar el primer abono mensual se ofrece el del mes siguiente gratis. Es decir, se obliga al potencial cliente a hacer una primera compra y luego se le obsequia con otra mensualidad gratuita.

La campaña se realiza en zonas con alta concentración de tráfico. En el caso de Oporto, en la intersección de las calles de As Fontainhas con la de O Infante. Desde Comboios de Portugal aseguran que su campaña «se centra en la calidad de vida que se gana cuando se cambia el vehículo privado por el tren en los desplazamientos cotidianos en las principales ciudades». El tiempo en el coche, dicen, es un tiempo perdido. En el tren se puede leer o incluso trabajar.

En cualquier caso, se trata de una campaña imposible de realizar en Galicia, donde no existen redes de cercanías que conecten las áreas metropolitanas con el centro de las ciudades.