«É un escándalo que paguemos case un euro por un carril de aceleración»

Pablo Carballo
PABLO CARBALLO REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Pablo Carballo / Daniel Portela / Emilio J. Cerviño / Jorge García

La supresión del peaje entre Redondela y Vigo reaviva viejas demandas en una red de autopistas con tramos controvertidos

30 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Fomento ha reabierto la caja de pandora con una reclamación histórica, la de los vecinos de la parroquia redondelana de Chapela a los que suprimirá el peaje en su conexión, de apenas tres kilómetros, con Vigo y que podría repercutir en el resto de usuarios. Audasa tiene previstas tres subidas este año (un 2% por IPC, un 1% por la ampliación de Rande y otro 0,90% en compensación por la rebaja desde el 2013 en el tramo entre Vigo y Pontevedra) y no descarta una cuarta. Betanzos ya ha reclamado un trato similar. Y la red gallega sigue presentando varios casos discutidos.

la barrera QUE SE RETIRA

Tres kilómetros de tramo urbano entre dos parroquias vecinas. Unos cinco mil vehículos utilizan diariamente el peaje de Chapela, en Redondela, que Fomento prevé suprimir. «Familia que temos de fóra escandalízase de que teñamos que pagar, agora case un euro, por un carril de aceleración». Quien habla regenta el primer establecimiento a la vista tras superar el peaje: un taller. «Imos con frecuencia ao hospital e non podes atravesar toda a cidade. Pagas e volves pagar». Gonzalo aloja la vivienda más próxima al enlace. Las asociaciones vecinales de Chapela y el barrio vigués de Teis, que lideraron la lucha, piden que «se concreten plazos y no se repercuta la supresión en el resto de usuarios».

EL PEAJE FANTASMA

El argumento para no ceder la competencia convive con una autovía. Sobre la salida que enlaza Vigo con el aeropuerto de Peinador todavía puede verse, abandonada, una cabina de peaje que nunca llegó a operar. Tras las presiones recibidas, el entonces ministro de Fomento de Aznar, Arias-Salgado, cedía a que la conexión de la urbe con Puxeiros, unos ocho kilómetros, no tuviese peaje. Era primavera de 1999. Cuatro años después se inauguraba el último tramo de pago hasta Tui. Lo recorremos a mediodía. El tránsito es desolador. Apenas nos cruzamos vehículos. Unos siete mil la recorren diariamente hasta O Porriño y 3.500 más hasta Tui. Nada que ver con los más de 63.000 que siguen el mismo recorrido a través de la peligrosa autovía A-55. Una de las dos cabinas de pago automático autorizadas, aquí no es posible abonar el importe a un operario, está ahora inoperativa. La paradoja es que este tramo ha servido de argumento a Fomento para no ceder la competencia de la AP-9 a la Xunta. ¿El motivo? El interés transnacional de la vía por conectar España y Portugal. «A autoestrada morre na autovía a catro quilómetros do país veciño. É unha escusa de mal pagador», apunta Vázquez Padín, alcalde de Tui.

ruta al trabajo de lujo

Ocho mil empleados ante alternativas saturadas. El polígono de Sabón, en Arteixo, aloja a un centenar de empresas. Gran parte de sus empleados residen en el área de A Coruña. Seis kilómetros de peaje y 55 céntimos les separan. Las alternativas, con nutrido tráfico pesado, sufren retenciones en horas punta. Cambio de turno en Inditex. «Es un robo», dice una empleada. «Abusivo», apunta otra. «Si llevo prisa pago y, si no, carretera y a aguantarse», añade otro trabajador del gigante del textil. «Tengo dos niñas pequeñas, necesito dejarlas en el colegio por las mañanas y si no pago no llego a trabajar». El alcalde de Arteixo, del PP, lleva años reclamando la supresión. «Fomento quiere gastar más de 120 millones en una infraestructura que solo va a dar servicio a 2.000 vehículos del puerto. ¿No tiene más sentido invertirlos en suprimir un peaje que nos castiga a todos?», se pregunta.