Fracasa el plan estrella de las mareas de anular concesiones municipales

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

Superado el ecuador del mandato, no lograron recuperar servicios

24 ene 2018 . Actualizado a las 19:20 h.

Una de las promesas estrella de las mareas municipales en la campaña del 2015 fue la recuperación de servicios públicos cuya gestión había sido privatizada. Los candidatos de los partidos de las confluencias basaban su discurso electoral en el argumento de que la gestión pública suponía un ahorro para los ciudadanos porque, a diferencia de las empresas privadas, a las que mueve el ánimo de lucro, a la Administración no le mueve otro interés más que el de prestar un buen servicio al ciudadano. A todo ello se sumaban los muchos escándalos de los últimos años en los que algunas de esas empresas concesionarias y los representantes municipales que adjudicaban los servicios acabaron en los juzgados por presuntas irregularidades en el proceso, por supuesta corrupción o por la sospecha de que se habían pagado favores a cambio de la concesión, lo que alentaba el mensaje a favor de la gestión directa de los servicios.

En las tres ciudades donde las mareas se hicieron con la alcaldía, sus regidores mantuvieron la promesa y el empeño de recuperar servicios municipales que se prestaban a través de terceros. Pero superado el ecuador de los mandatos y con la precampaña ya en marcha, a año y medio de celebrarse de nuevo las elecciones, lo cierto es que ni en Santiago ni en A Coruña ni en Ferrol se logró, de momento, rescatar la concesión de ningún servicio. Eso no quiere decir que sus dirigentes renuncien a ello; de hecho, alguno sí podría ser de gestión directa antes de que acabe el mandato. Y como los alcaldes de las mareas aspiran a repetir, hablan ahora de cerrar en los siguientes cuatro años lo que no pudieron zanjar en estos.

El ADN de Noriega

El regidor compostelano, por ejemplo, cree que la ORA se gestionará directamente a través de la Administración local una vez solventadas cuestiones jurídicas que surgieron en el proceso. Martiño Noriega dijo recientemente que esa era su intención y que esperaba, cuanto antes, «elevar a pleno a aprobación definitiva e iniciar a prestación do servizo». Más complicado es rescatar el servicio del agua, porque a la gestión integral que supone se suman las infraestructuras. De hecho, el gobierno municipal de Compostela Aberta retrasa el debate hasta la próxima campaña electoral. Pese a ello, el alcalde de Santiago insiste: «A municipalización de servizos forma parte do noso ADN. Entendemos que a xestión directa é máis eficiente porque non existe plusvalía e os beneficios son para o conxunto da veciñanza e non para a empresa privada».

En las demás ciudades, el proceso va todavía más lento. En A Coruña no solo no se logró recuperar la gestión de las bibliotecas, objetivo prioritario del gobierno de Xulio Ferreiro, sino que de forma provisional quedó de nuevo en manos de una empresa privada; y en Ferrol, si bien estaba en cartera el rescate del suministro eléctrico o la basura, de momento tan solo se logró gestionar desde la Administración el servicio de socorrismo de playas el pasado verano. El regidor ferrolano, Jorge Suárez, reconoce que recuperar, por ejemplo, un servicio como el de la basura «é moi complicado», y admite, además, que para devolver a la gestión pública este servicio o el del agua «non chegan catro anos dun mandato».

El optimismo inicial de las mareas fue templándose con el paso del tiempo al toparse con las dificultades de los gobiernos en minoría, los derechos que asisten a las adjudicatarias, a las que hay que indemnizar en caso de rescate, o la complejidad de ofrecer un servicio que muchas veces requiere de una fuerte inversión en infraestructuras y otras, de la subrogación del personal. Ante la imposibilidad de rescatarlas, buena parte de esas prestaciones están siendo prorrogadas a las antiguas concesionarias o a otras empresas, casi siempre bajo la reprobación de los partidos de la oposición.

A Coruña lo intentó sin éxito en tres frentes, y Ferrol rescató a los socorristas

Entre las promesas y la práctica hay montañas difíciles de sortear. El alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, achaca los escasos éxitos en este sentido al marco legislativo estatal y a la minoría de su gobierno, dos condicionantes que hacen «moi complicado» recuperar la gestión de servicios como las basuras o el agua en los cuatro años de un mandato. Sí lo ha conseguido Suárez con los socorristas de las playas, que ha adjudicado los dos últimos veranos. Mientras, Urbaser se hace cargo de los residuos a pesar de que el contrato venció en el 2014 y de que se añadieron prórrogas, y en el caso del suministro eléctrico -que estaba en el punto de mira- se acaban de firmar dos contratos de un ejercicio, el último prorrogable hasta el final del mandato. En Ferrol, donde no hay ORA, el agua está en manos de una empresa mixta (51 % del Concello y el resto en manos de una filial de Urbaser), pero esta arrastra graves problemas de solvencia.

El programa de la Marea Atlántica, en A Coruña, también era insistente con la autogestión de los servicios. Sin éxito, también indagaron en la concesión del salvamento y el socorrismo en las playas, en la ORA y en las bibliotecas. Este último caso fue el más sonado, porque la operación de «rescate» se anunció al año de llegar al poder con el compromiso de resolverla en cinco meses. A finales del 2016 su gestión se volvió a adjudicar a una firma privada a la espera de nuevos informes. El intento frustrado provocó el enfado de la plantilla, que acusó al gobierno local de jugar con sus puestos.