Investigan si un hombre que agarró a una niña de 11 años en su casa quería secuestrarla o robar en el piso

a. m. / E. M. A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

A la policía le resulta extraño que un ladrón, al verse sorprendido en una casa, en lugar de huir opte por agarrar a la niña y sacarla del domicilio

23 ene 2018 . Actualizado a las 19:24 h.

La policía cree que solo fue un intento de robo, pero no descarta, por el momento, que se trate de un secuestro frustrado. Fuese lo que fuese, la niña de 11 años que lo sufrió «está asustadísima», según cuenta su madre. Para esta mujer, «todo fue muy raro».

Sucedió sobre las nueve de la mañana del pasado viernes en un piso del número 9 de la calle Corcubión, en el barrio coruñés del Agra del Orzán. En la vivienda se encontraba la niña con su abuela, que en aquellos momentos estaba en la ducha, y una hermana, que estaba en su habitación. La menor preparaba el desayuno en la cocina para luego irse al colegio cuando escuchó un ruido en la puerta del piso. Cuando fue a mirar se encontró a un hombre que le tapó la boca, la arrastró hasta fuera de la vivienda y cerró la puerta sin dejar de sujetar a la niña. Ya fuera, un fuerte ruido en la casa del vecino provocó que el delincuente soltase a la cría y huyera escaleras abajo, dejando a la menor «muerta de miedo, asustadísima», recuerda su madre, Montse Trujillo.

Ahí acabó todo. Pero qué hubiese ocurrido si no se hubiese producido ese ruido. Es la pregunta que no logra quitarse de la cabeza la madre de la menor. Solo le consuela que la policía maneje el robo como hipótesis más fundada. Porque, dice Montse Trujillo, «es mejor pensar que solo quería robar que que le quisiera hacer daño a mi hija».

Tanto a ella como a la policía les resulta extraño que un ladrón, al verse sorprendido en una casa, en lugar de huir opte por agarrar a la niña y sacarla del domicilio. Fuentes de la investigación, no obstante, sostienen que los delincuentes son imprevisibles en esas situaciones. «Tal vez lo único que quería era huir y para facilitar la fuga tapó la boca a la niña y no la dejó gritar hasta verse fuera de la vivienda», según fuentes policiales.

«Lo más seguro», añaden, es que el ladrón forzara la puerta del piso pensando que no había nadie en casa -los padres se habían ido a trabajar momentos antes-. Y ya dentro, al ver que la niña se asustó y para evitar que gritarse y alertase al resto de los vecinos, la agarró y le tapó la boca. De todos modos, la investigación y la búsqueda del delincuente continúan, sin descartarse nada.