PSdeG, el lento rearme llegado de Vigo

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Pilar Canicoba

Gonzalo Caballero superó sin patinazos la fase inicial de su mandato y busca hilvanar un discurso político más social

19 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Al aterrizar en la primera línea política con el carné de militante de base y un halo de inexperiencia, lo más fácil puede ser cometer algún error de bulto. En sus primeros cien días al frente del PSOE, Pedro Sánchez dejó boquiabiertos a más de uno al plantear la supresión del Ministerio de Defensa, mejorar la lucha contra la violencia de género celebrando funerales de Estado por las víctimas o al telefonear en directo al presentador de Sálvame para matizar su posición sobre las corridas de toros. En el mismo lapso de tiempo, Gonzalo Caballero tuvo algunas luces, al revelarse como un dirigente más prudente, capaz de evitar patinazos y de conquistar nuevos espacios para su partido, aunque entre las sombras está la necesidad de empezar a articular un discurso políticas más dirigido hacia fuera, a la sociedad, que a la propia organización.

el perfil

Un dirigente que llega a la dirección sin mochila. A diferencia de lo ocurrido con los dos últimos secretarios xerais del PSdeG, Gómez Besteiro y Pachi Vázquez, ambos con carreras truncadas al ser investigados por varios causas judiciales, el vigués Gonzalo Caballero asumió el mando en el partido sin cargar con una mochila incómoda por las responsabilidades asumidas en el pasado. El único cargo institucional que desempeñó, concejal de la oposición en Vigo, fue efímero y tuvo lugar hace más de una década, lo que le da más credibilidad que a otros cuando habla de regeneración interna.

el gabinete

Un equipo de colaboradores reducido y muy eficiente. Gonzalo Caballero se está destapando como un dirigente político que se toma su tiempo para ver y decidir. Le gusta estar en los temas y parece renuente a delegar algunas responsabilidades. Necesitó casi tres meses para perfilar un reducido equipo de confianza, aunque acabó seleccionando a las mejores que tenía a su alcance para que le ayuden a compatibilizar la labor política con la docencia en la Universidade de Vigo. A Teresa Facal, que colaboró con Touriño y con Pachi Vázquez, la nombró jefa de gabinete, mientras que la dirección de comunicación eligió a la periodista Irene Viña, que llevaba una década a su espalda informando sobre el PSdeG.

la dirección

Un núcleo duro con algunas luces y muchas sombras. Los meses que han transcurrido desde el congreso del PSdeG sirven ya para tener una impresión del núcleo duro del que se rodeó Caballero en la dirección del PSdeG. En este equipo hay luces y sombras, pues en su seno cohabitan dos tendencias. Una es la abanderada por el presidente del partido, Fernández Leiceaga, y el secretario de organización, José Antonio Quiroga, que tienen más método, experiencia y capacidad a la hora de trabajar, mientras la otra tendencia de la permanente es la que pivota sobre algunos hooligans curtidos con Caballero en la política de trincheras o en dirigentes con cierto rango orgánico que han quedado desdibujados y que tienen dificultades para pasar de las musas al teatro.

la estrategia

Asentar los cimientos para estabilizar el partido. La labor de Gonzalo Caballero en los primeros cien días que transcurrieron desde las primarias consistió, básicamente, en hacer un ejercicio de asentar los cimientos del partido para recuperar músculo y construir una alternativa política al PP. El congreso de Ourense, que tendrá lugar mañana, cerrará la renovación de las estructuras provinciales, lo que permitirá al PSdeG continuar con su tarea dirigida a conquistar nuevos espacios, con reuniones de trabajo como la que el secretario xeral mantuvo ayer con el número uno de UGT-Galicia. Caballero es realista y no duda en hablar de una carrera de fondo y de un cambio lento, que requerirá tiempo.

unidad interna

Inmediata recomposición con Vigo y A Coruña. Un veterano dirigente le recomendó a Gonzalo Caballero que, para construir algo en el PSdeG, debería apoyarse al menos en la potencia de la alcaldía de Vigo y en la estructura de la provincia de A Coruña, es decir en Abel Caballero y en Valentín González Formoso, pues son los que pueden abrir la puerta a la recuperación del voto urbano. El líder del PSdeG no tardará en escenificar su sintonía con el regidor de Vigo, que presentará el jueves a su sobrino, otro rival interno, en un desayuno informativo; mientras que con Formoso la disposición para el entendimiento es mutua por ambas partes.