Ryanair vende al público dicha máxima empresarial bajo la excusa de lograr una mayor puntualidad para sus usuarios que la que ofrece hasta el momento, pese a que según la propia compañía pasó a ser del 96 % tras anular los viajes que no podía atender por falta de pilotos el pasado otoño. De hecho, la aerolínea sube a 6 euros el coste del suplemento que garantiza prioridad en el embarque si dicha opción se contrata en el propio aeropuerto hasta dos horas y media antes de la salida. Y tampoco de esa manera garantiza que la maleta pueda ser llevada hasta el portaequipajes de la cabina, ya que reduce a las primeras 90 tal posibilidad, desviando sin cargos el resto a la bodega, siempre que no superen los 10 kilos de peso. Hasta los 25 kilos se podrán ahora facturar pagando 25 euros más, que pasan a 35 en el caso de que se vuele en Navidad, Semana Santa y verano.
Al giro de tuerca que las compañías aéreas le están dando a los equipajes se han empezado a apuntar también las firmas que operan en largo radio. Norwegian ofrece una tabla de tarifas para las maletas más amplia que la que recogen las distintas opciones de asientos además de no dar la posibilidad de facturar de forma gratuita a los billetes más económicos, opción a la que se han sumado Air Europa y Level en sus largas distancia.