Las renuncias de conselleiros para aspirar a alcaldías urbanas marcarán el año político

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Ed Carosía

Feijoo afrontará su sexta crisis de gobierno con el reto de evitar las interpretaciones sucesorias

07 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Si los elementos no doblegan a Mariano Rajoy, Galicia afrontará en el 2018 su segundo año político sin elecciones, aunque se prevén los primeros escarceos con el horizonte de las municipales del 2019, que marcarán tendencia. Y una vez más, las decisiones de partido, en este caso del PP, afectarán a la configuración del Ejecutivo gallego, que mudará por sexta vez desde el 2009.

CRISIS DE GOBIERNO

Dos, tres o más. Un fin de semana cualquiera del 2018, entre Semana Santa y finales de la primavera, el presidente de la Xunta dedicará buena parte del día a llamar por teléfono para ofrecer consellerías y sustituir a los titulares que serán candidatos en las ciudades, a los que quiere dejarles un año de brega local. Dos salidas se dan por seguras, las de Beatriz Mato y José Manuel Rey, que podrán hacer campaña en A Coruña y  Ferrol, respectivamente, compaginando la calle con sus actas de parlamentarios. Pueden ser más. Feijoo reconoció a La Voz en octubre que «hasta dos y tres conselleiros» se habían ofrecido para liderar proyectos municipales, siguiendo el camino de Agustín Hernández (Santiago), Jesús Vázquez (Ourense) y Elena Muñoz (Vigo), que en principio repiten.

MADRID

Interferencias con Rajoy. El conflicto catalán y el crecimiento de Ciudadanos, unidos al rosario de juicios que se avecinan, muy perjudiciales para la imagen del PP sea cual sea su resolución, son los tres elementos que en el 2018 generarán más incomodidades a Rajoy. Si la resistencia sigue siendo su mejor virtud y el melón de la sucesión permanece cerrado, Galicia podrá marcar sus propios ritmos. Si se abre, nada de lo que diga o haga Núñez Feijoo, por acción u omisión, será secundario, ni en clave interna ni a nivel nacional.

TENSIÓN ELECTORAL

Las ciudades se mueven. Al margen de las elecciones catalanas, vividas intensa pero pasivamente, Galicia lleva ya 15 meses sin acudir a las urnas, y le quedan otros 18 por delante hasta la próxima cita. Es un período largo y, sin duda, va a propiciar una de las precampañas más extensivas que se recuerdan, con un PPdeG herido por los nefastos resultados del 2015 y con la artillería del aparato centrada casi en exclusiva en torpedear los palacios municipales de Ferrol, A Coruña y Santiago, además de mantener la guerra de trincheras con Abel Caballero. Las mareas, con desigual crédito en estas corporaciones, apuntan a una consolidación de sus cabezas de cartel, mientras que los socialistas, recién rearmados orgánicamente, tienen aún tiempo para mudar sus candidatos. Menos en Vigo, claro.

INCENDIOS Y SEQuía

Año caliente en O Hórreo. Los fuegos de mediados de octubre del 2017, que junto a los del 2006 conformaron los episodios más trágicos del monte gallego, centrarán una comisión de investigación que mantendrá viva la llama de un conflicto que, paralelamente, tendrá avances ejecutivos con la puesta en marcha del Plan Forestal, que debería cerrarse en el primer trimestre del año. La comisión se ha constituido con las suspicacias de la oposición, que no verá desfilar por ella al presidente, aunque lo cierto es que PSOE y BNG cargarán con el lastre de no haber permitido acceder a esta herramienta parlamentaria en el 2006. La sequía, salvo diluvio, también seguirá latente. Las últimas lluvias han aplacado las urgencias, pero en ningún caso compensan las cinco estaciones consecutivas con déficit de precipitaciones. Si bien los acuíferos y los embalses se recuperan, la herida política abierta en la mayor ciudad de Galicia en torno al agua sigue infectada.

CASO ALVIA

Cambio de vía. El foco autonómico se desviará por momentos hacia el Congreso, donde se van a desarrollar las sesiones de la comisión de investigación sobre el accidente del Alvia. Por las Cortes pasarán muchos técnicos, pero el trasfondo será eminentemente político porque, en teoría, ninguna conclusión debería alterar el proceso judicial. A falta de un calendario de comparecencias, es previsible que por esta histórica comisión -no se convocaba una relacionada con accidentes de transporte desde 1984- pasen la exministra de Fomento y actual presidenta del Congreso, Ana Pastor; su antecesor en el cargo, el socialista José Blanco; o el propio presidente de la Xunta, que ya ha expresado su disposición a facilitar toda la información que concierne a la Administración autonómica y que, en el trágico caso de Angrois, se circunscribe al operativo posterior al accidente, que nunca se ha cuestionado. La demora de la comisión y su aprobación está vinculada al cambio de postura del PSOE tras retomar Pedro Sánchez las riendas del partido. La gallega Pilar Cancela fue la diputada encargada de pedir disculpas a la plataforma de víctimas por sus negativas anteriores.

ECUADOR Del mandato

Tiempo de brotes. En el último tercio del año se alcanzará el ecuador del mandato autonómico. Con dos ejercicios completos ejecutando unos presupuestos que siguen creciendo sin alcanzar los niveles precrisis, lo lógico es que las inversiones en asuntos estratégicos empiecen a dar frutos. Feijoo insistió en la campaña electoral y en su toma de posesión en iniciar la «lexislatura do rural», y lo cierto es que en los últimos meses se han sucedido medidas para tratar de asentar población y promover el emprendimiento en actividades relacionadas con el campo. Además de impulsar iniciativas similares, en el caso de la rehabilitación de inmuebles también se prepara una ley específica arropada con ayudas económicas y con una filosofía muy intervencionista en los casos de propiedades abandonadas que no se dinamicen. Más difícil tendrá el Gobierno autonómico presentar resultados a corto plazo en torno al problema demográfico. Las prestaciones sociales han avanzado, pero el balance vegetativo es terco. Y muy negativo.