Reconstrucción de la desaparición de la joven y la investigación del caso que culminó con el hallazgo de su cadáver tras la confesión de su asesino a través de los informes oficiales de la Guardia Civil
07 ene 2018 . Actualizado a las 13:14 h.Son las 13.47 horas del día 30 de diciembre del 2017. El Chicle confiesa a la Guardia Civil el crimen de Diana Quer y señala la ubicación del cadáver. Se pone así fin a 500 días de incertidumbre. Este es el relato de los hechos basado en situaciones constatadas y en las diligencias finales de la Guardia Civil, a las que ha tenido acceso La Voz, para resumir los 16 meses de investigación policial.
«Un gitano me está llamando. Decía: 'Morena, ven aquí'»
22 de agosto del 2016. Diana Quer regresa a su casa de veraneo en A Pobra do Caramiñal tras una noche de fiesta y desaparece (2.28 horas) poco después de enviar un mensaje: «Un gitano me está llamando. Decía: 'Morena, ven aquí'». A las 12 del mediodía, la policía judicial de Noia, alertada por la familia, detecta algo raro y empieza a investigar: «No se trata de que la chica siga de fiesta y no esté en casa todavía. Se usa la tecnología de la que disponemos y empezamos a recuperar mensajes y llamadas de su teléfono. Ya se ve que algo raro ha ocurrido». Los agentes bautizan el dispositivo como operación Querpu, que responde al primer apellido de la desaparecida y a las dos primeras letras de A Pobra en castellano (Puebla).
«No sabemos qué investigar, puede ser un delito o una desaparición voluntaria»
«No sabemos qué investigar, puede ser un delito o una desaparición voluntaria». Con el paso de los primeros días y la ayuda de la tecnología se avanza: «Ya sabemos por el teléfono de Diana por dónde sale, voluntariamente o no, Diana de A Pobra. Pero ya tenemos algo que buscar». En las diligencias queda probado que los agentes se decantan más por una ausencia forzada: «Dada su dependencia familiar, resulta poco probable que desaparezca voluntariamente».
«Descartamos a su entorno»
Las personas más próximas a Diana son las primeras investigadas. «Hacemos una reconstrucción de la noche que falta para conocer sus compañías. La UCO hace lo mismo con las amistades de Madrid. Descartamos a su entorno desde el principio».
«Punto de extrema relevancia»
La Guardia Civil acota el lugar exacto de la desaparición. «Es un punto de extrema relevancia. Se trata de la confluencia existente entre el paseo Areal, rúa Venecia y paseo Marlés. Coincide con la ubicación de los feriantes, desplazados A Pobra por las fiestas», se expone en el atestado policial, que añade: «La víctima pudo interpretar que era un feriante el que le hablaba, y no el investigado».
«Veo un cuerpo, es Diana Quer»
El Chicle relata su versión: «Aparco el coche en A Pobra, en la zona de los feriantes, para robar algo de gasoil, pero era muy difícil. Vuelvo al coche y lo muevo, pero siento un fuerte golpe. Creo que choco con el bordillo, me bajo, miro debajo del coche y veo un cuerpo, es Diana Quer». Abuín Gey añade: «Lanzo el móvil a la ría por la ventanilla mientras conduzco». Aunque no en su declaración oficial, el Chicle contó otra versión a la Guardia Civil tras su detención: «La metí en el coche, le até las manos y dio patadas todo el rato. En Rianxo la estrangulé».
«Habría confesado todo»
El Chicle contacta el 24 de noviembre del 2016 con dos integrantes de la Guardia Civil. En los últimos días, ya detenido, confiesa el motivo: «Por iniciativa del manifestante concierta una entrevista con la Guardia Civil. El motivo de la llamada se debe a que el acusado cree que alguien le sigue, desconociendo si podía ser alguna persona con la que mantiene alguna enemistad», se expone en las diligencias antes de añadir: «Salió a relucir el tema de la desaparición de Diana Quer y él se puso muy nervioso, llegando a creer que si le hubieran preguntado durante más tiempo habría confesado». Este último relato del Chicle, incluido por la Guardia Civil en las diligencias, corresponde a la declaración hecha el 29 de diciembre en la comandancia de A Coruña.
«Sé de ella por Internet y por la prensa»
La tecnología permite señalar al Chicle como principal sospechoso. A raíz de su entrevista previa con la Guardia Civil, y por las conclusiones del trabajo policial, es citado para declarar el 30 de noviembre del 2016 por primera vez. La Guardia Civil le pregunta si conoce a Diana Quer: «Manifiesta que nunca ha tenido trato con esta persona ni la ha visto. Que sabe de ella por la información que circula en Internet y en prensa».
«No dijo la verdad»
Rosario Rodríguez, igual que su marido, declara a finales de noviembre del 2016 por primera vez. Le brinda la coartada que necesita. Hasta el 29 de diciembre pasado: «Manifiesta que recuerda haber dicho que estaba en compañía de su marido, aunque en estos momentos manifiesta que no dijo la verdad». Rosario explica hasta qué punto lo encubre sabiendo que algo no cuadra: «Su marido le dijo que lo habían visto en Ribeira y ella contesta que le diera detalles, porque si le decía a los guardias que fueron a cenar iban a preguntar lugares y demás». Rosario insiste para, argumenta ella, saber la verdad. La Guardia Civil lo recoge así: «Le preguntó en varias ocasiones que qué había ocurrido y él le decía que no tenía nada que ver y que aunque ella le insistió en muchas ocasiones, José Enrique Abuín siempre le juró que no había visto delante nunca a esa mujer».
«Les pide que digan que estuvieron con él»
Tras prestar declaración y comprobar que está en el punto de mira por el caso Diana Quer, el Chicle refuerza su coartada apelando a sus cuñados. «En aquel mes de agosto del 2016 residen con los dos investigados sus cuñados, tras mudarse de casa de los suegros por discrepancias. El acusado les pide que digan que estuvieron con él».
«Varias líneas de investigación policial»
El 17 de febrero del 2017 se concluyen las primeras diligencias formales contra el Chicle y se trasladan al juzgado instructor. El caso Diana Quer se sobresee provisionalmente el 19 de abril del 2016. La Guardia Civil y la familia rechazan la medida, pero el juez aplica la norma para no agotar los plazos de instrucción. Argumenta que existen «varias líneas de investigación policial».
«No quiero saber nada del caso Diana Quer»
Octubre del 2017. La investigación sigue avanzando y La Voz, sabiendo su condición de principal sospechoso, contacta con José Enrique Abuín Gey a través de un intermediario. La respuesta lo retrata: «No quiero saber nada del caso Diana Quer, bastante me ha jodido la vida». La Guardia Civil ya no tiene dudas de su culpabilidad.
«¡Entra en el coche!»
El Chicle sale de caza el 25 de diciembre, en Boiro. Se abalanza sobre una chica usando un objeto pesado: «¡Entra en el coche!». Ella se resiste, dos chicos la rescatan y el agresor escapa. Los tres reconocen a Abuín Gey. Uno dice a La Voz: «Esos tres segundos en los que el Chicle se quedó mirando para mí los recordaré siempre». En el 2005, el Chicle había sido acusado de violación por su cuñada, que después retiró la denuncia.
«La subí en el asiento delantero»
Los hechos de Boiro reactivan la investigación. El Chicle y Rosario Rodríguez son detenidos. Él sigue mintiendo: «Tras atropellarla y extraer el cuerpo de debajo del vehículo, lo subí en el asiento delantero derecho del vehículo, sentándolo».
«Ahora sí os voy a decir dónde está»
«A las 11.30 de esa noche (30 de diciembre), el Chicle desea declarar y pide que se llame a su abogado. A la 1 de la madrugada dice 'ahora sí os voy a decir dónde está', y aporta una versión creíble. Dice que la arrojó a un pozo». A la 1.30, la Guardia Civil y el detenido salen en dirección a Rianxo y a las 3.40 llegan al lugar, una nave abandonada con un pozo en su interior. «Un perro entrenado en rastreo de restos biológicos confirma que dentro hay un cuerpo», detalla el coronel Corbí.
«Indicios claros de criminalidad»
La autopsia preliminar detecta «indicios claros de criminalidad». El juez constata: «No aparecen signos de violencia, los cuales deberían apreciarse claramente en caso de un atropello como el descrito por el investigado en sede policial, habiéndose golpeado a la víctima fuertemente con el coche. Existiendo indicios de la comisión de un delito de homicidio o asesinato, el hecho de que el cuerpo estuviese desvestido apunta igualmente a la comisión de ilícitos de carácter sexual».
«Prisión incomunicada y sin fianza»
El Chicle ingresa el día 1 «en prisión incomunicada y sin fianza», y su mujer, Rosario Rodríguez, lo deja solo: «Declarado por su esposa en sede judicial que habría influido sobre ella durante la investigación policial». El Chicle se queda solo. Sus cuñados tampoco mantienen su coartada. Su familia y todo su entorno le dan la espalda.
«Sin autopsia no hablo»
El avance de las diligencias está condicionado por la autopsia. Saber si hubo agresión sexual es clave. De confirmarse, el Chicle perderá a su letrado, pero también será acusado de un nuevo delito. El juez ya adelanta una posible resolución: «El hecho de que el cuerpo estuviese desvestido apunta igualmente a la comisión de ilícitos de carácter sexual». Desde la cárcel de Teixeiro, el Chicle rumia su última coartada: esperar a que la autopsia hable por él. Pero su destino ya está escrito.