Tras la pista de un depredador

a. lorenzo / m. gómez RIBEIRA / LA VOZ

GALICIA

MARCOS CREO

El caso Diana Quer devuelve a la actualidad a otras víctimas cuyos crímenes y violaciones no fueron resueltos

05 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tuvieron que pasar 16 meses para que la Guardia Civil localizara al presunto culpable del secuestro y asesinato de Diana Quer, un caso que todo apunta a que ha acabado por resolverse, y que también ha abierto la puerta a que se pueda poner fin a otros tantos que continúan abiertos y de los que no se conoce al culpable. De hecho, los investigadores no descartan que el Chicle pueda haber cometido más crímenes entre los años 2005 y 2016, y ya se ha anunciado que van a revisar todas las desapariciones y asesinatos que sucedieron en Galicia en este período.

Pontevedra

Sonia Iglesias. En agosto del año 2010 desaparecía del centro de Pontevedra Sonia Iglesias, una mujer de 37 años y madre de un niño a la que se le pierde la pista después de acudir a una zapatería en la calle Arzobispo Malvar. Desde ese momento arrancó un infructuoso proceso de búsqueda por toda la ciudad y los montes y ríos cercanos, en el que no se encontró ningún tipo de indicio para esclarecer el caso. Aunque en un primer momento se sospechó de su compañero sentimental, el juzgado decidió archivar provisionalmente la causa, aunque la investigación continúa abierta.

Cabanas

Elisa Abruñedo. Mientras que el cuerpo de Sonia Iglesias no ha sido encontrado todavía, el de Elisa Abruñedo apareció cosido a navajazos en el lugar de Lavandeira, en el municipio coruñés de Cabanas. Tenía 46 años, marido y dos hijos, y había salido a dar un paseo por la zona para aprovechar el buen tiempo. Faltaban 400 metros para llegar a su casa cuando fue asaltada y violada antes de ser acuchillada por un individuo que todavía sigue suelto, y del que existen muy pocas pistas. El crimen tuvo lugar el 1 de septiembre del 2013 y es uno de los que más se les resiste a la Guardia Civil.

Ourense

Socorro Pérez. También había salido a correr por el entorno del río Miño Socorro Pérez. Ya nunca regresó a casa. Fue el 2 de mayo del 2015, y su cuerpo se encontró casi un mes después, cuando unos cazadores amigos de la familia se fijaron en un grupo de cuervos que picoteaban en un bulto que resultó ser el cuerpo sin vida de la mujer de 43 años. El gran estado de deterioro de sus restos no permitió descubrir si había sido agredida sexualmente, aunque la autopsia sí que determinó que la muerte había sido violenta y todo apunta a que le aplastaron la cabeza de un fuerte golpe. Su caso también ha dado muchas vueltas, pero nunca se ha conseguido señalar al presunto culpable, que probablemente continúa en libertad.

Lugo

Búsqueda infructuosa. Tampoco ha sido identificado el bautizado como violador del Lugo, un hombre joven de aproximadamente 1,80 metros de estatura, rubio y con un pirsin en el lado derecho de la nariz, y al que se acusa de una violación consumada y de un intento de agresión sexual cometidos a finales del año 2016. La Policía Nacional logró reunir numerosas pistas sobre el delincuente, pero a día de hoy sigue sin ser detenido.

Ferrol y A Coruña

Burundanga. También siguen sin esclarecer varias violaciones -A Coruña en el 2015 y Ferrol en el 2017- en las que las víctimas fueron drogadas con burundanga, lo que conllevó que tuvieran ciertas lagunas en la memoria que les impide reconocer al agresor.

La aplicación móvil AlertCops envía una alerta en situación de emergencia

La tecnología también se ha querido aliar con las posibles víctimas de ataques o agresiones, y desde el Cuerpo Nacional de Policía se recomienda instalar en los teléfonos móviles -solo está disponible para smartphones- la aplicación AlertCops, que permite enviar directamente una alerta a los cuerpos de seguridad en el caso de que una persona se encuentre en una situación de peligro. Esta herramienta puede ser utilizada por cualquier usuario, independientemente del idioma que hable o de si tiene alguna discapacidad auditiva o vocal.

Otra de las opciones más efectivas es llamar directamente al servicio de emergencias del 112, que rápidamente organizará un dispositivo para poder socorrer a la persona en apuros. 

Bulo en las redes

Todas estas indicaciones han sido explicadas por la Policía, que desmintió así un bulo que corría por las redes sociales y que hacía referencia a un sistema de alarma que llevan incorporados los iPhone, y que según esto permitía alertar a las fuerzas de seguridad en caso de un ataque. Según se explicaba en dichos mensajes, bastaba con presionar cinco veces el botón de bloqueo y deslizar el de SOS para que se encendiera el sistema GPS del teléfono y la comisaría más cercana recibiera un aviso sobre un posible delito.

Este mensaje es falso, aunque los iPhone, al igual que otros teléfonos inteligentes de última generación, sí tienen un dispositivo para registrar una emergencia, pero es el usuario el que tiene que configurarlo en la carpeta de Ajustes. Está relacionado con pulsar varias veces seguidas el botón de bloqueo y lo normal es que envíe un mensaje de SOS con la posición a los contactos (incluso la policía) que el usuario haya designado.