Manuel Blanco Desar: «La demografía gallega se parece a la que deja una catástrofe o una guerra»

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

José Manuel Casal

Aboga por emplear una estrategia integral por todas las administraciones ante la continua pérdida de población

31 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Por cada mil mujeres en edad fértil nacen en Galicia 1,07 niños. Un balance insostenible al que no se han acercado aún Alemania ni Japón, dos países que sin embargo se declaran desesperados por su declive demográfico. Manuel Blanco Desar (Santiago, 1965) cree que no se puede confiar ya en que la demografía gallega se arregle cuando está a punto de bajar el volumen de población por debajo de 2,7 millones por primera vez desde el 2003. Insta a actuar si se quiere mantener el sistema de bienestar actual.

-Es experto en economía y demografía, ¿cómo bosquejan el futuro de Galicia ambas disciplinas?

-Galicia no puede seguir siendo una comunidad tan dependiente de la asistencia externa. Las empresas tienen que empezar a diseñar estrategias de futuro para volcarse con los mercados exteriores si quieren seguir existiendo, porque la demanda interna gallega va a ser muy pequeña dentro de medio siglo por la pérdida de población.

-¿Es reversible la encrucijada en la que estamos, o caemos ya por el barranco demográfico?

-Los expertos dicen que no, ya no es reversible. El demógrafo austríaco Wolfgang Lutz asegura que cuando se llevan tantos años con una tasa de fecundidad por debajo de 1,3 (nacimientos por cada mil mujeres en edad fértil) se crean una serie de huecos en la sociedad que son imposibles de cubrir y regenerar.

-¿Nos rendimos entonces y pensamos en una Galicia de dos millones de habitantes?

-Yo quiero ser optimista, pero optimista de la voluntad. Rendirse preventivamente no es una opción si queremos mantener el estado de bienestar tal y como lo conocemos. Tenemos que defender lo que tenemos. Pero no sé qué más se necesita para ver que Galicia va hacia el colapso demográfico en su estado social. Es inconcebible que no se vea que es insostenible en ese escenario la sanidad pública, las pensiones o la financiación de la educación sin una fuente de ingresos que está condicionada a la existencia de población joven.

-¿Quién y por qué no quiere ver el problema demográfico?

-Los motivos de la negación de este problema son muchas veces políticos y a veces biográficos. Hay quien dice que hay que tener niños y no predica con el ejemplo, eso es durísimo. Aquí sí que hace falta el patriotismo para hacer un esfuerzo entre todos para salir de esta. De lo contrario, esta senda, en materia de bienestar, no nos llevará a ningún sitio bueno.

-Tampoco llega con apelar a la ciudadanía a que tenga hijos.

-Claro, claro, soy consciente. Pero es que la situación de la demografía gallega se parece a la que deja una catástrofe natural o una guerra. No tenemos medios, pero todo lo que tengamos debemos utilizarlo desde una estrategia integral que implique a todas las administraciones. No puede ser que las autonomías esperen al Estado; el Estado a la UE, y los ayuntamientos a que se impliquen los demás. Cada uno a su nivel puede hacer cosas.

-¿Y si no se actúa de verdad para atraer inmigración, para incentivar tener hijos, para crear empleo que retenga población?

-Estamos poniendo a los jóvenes la alfombra roja para que se vayan. Dentro de 15 o 20 años ya no se podrá hacer nada, y los chavales no tendrán otra alternativa más que la de irse. ¡Cómo van a poder soportar la carga tributaria que implique mantener el actual estado de bienestar!

«No sé qué más se necesita para ver que Galicia va hacia el colapso demográfico»

-¿Le asusta ver la evolución de la pirámide de población de Galicia, enorme en los escalones de mayor edad y raquítica en la de los jóvenes?

-Me asusta el que no asuste a todo el mundo. Me asusta la insensatez. Me asusta ver cómo reacciona Japón, Alemania y otros países casi a la desesperada ante el declive demográfico y que en España se siga esperando. Nadie nos va a ayudar en esto.

-Explique, ¿cómo afecta a cualquier gallego que Galicia envejezca, que pierda población, que la natalidad caiga al mínimo?

-Esto es como recibir una herencia y gastarla sin buscar nuevas fuentes de ingresos. Hemos recibido un capital de generaciones que las han pasado canutas para lograr este estado de bienestar que tenemos, y ahora estamos viviendo a cuenta del crédito.

-¿Nos afectará a todos?

-Sí, especialmente a los que menos recursos tienen. Y el envejecimiento nos hará aún más reacios al cambio y a la innovación.

«Es insostenible que haya tantos ayuntamientos»

Manuel Blanco Desar defiende un cambio en el mapa territorial gallego y español para hacerlos más ágiles y con mayor capacidad de reacción ante un escenario en el que augura que no nacerán en Galicia más de 10.000 niños cada año.

-¿Qué hay que hacer para plantar cara al declive demográfico?

-Lo primero, ser consciente de que tenemos en contra el tiempo. Tardamos mucho en mentalizarnos del problema, y en general aún no se ve, pese a que en el último año nacieron solo ya 19.000 niños en Galicia y en diez o quince años nacerán 10.000. Y segundo, tampoco tenemos la capacidad de reacción financiera de otros países. Hay que hacer un análisis de lo que tenemos y diseñar un objetivo integral.

-¿Qué se traduce en...?

-Por ejemplo, primar el esfuerzo demográfico que hace cada individuo. Imagínese: si es necesario prescindir de una persona en una empresa y se elige a una que tiene un hijo, pues se deja en la precariedad a dos personas. Hay que tener una estrategia integrada.

-Lugo y Ourense son las provincias con menos jóvenes de Europa. ¿Pueden cambiar su destino?

-Todos los territorios rurales del mundo desarrollado pierden población. No se puede confundir la caída de natalidad con la despoblación. Pero se puede actuar, no primando a las capitales. No hay por qué concentrarlo todo en ellas y ayudar a una redistribución de la población joven.

-¿Cambiaría el mapa local?

-Es insostenible que haya tantos ayuntamientos, es catastrófico a la hora de planificar. Hay muchos concellos que no pueden tener ni aparejador y eso bloquea hasta las inversiones empresariales.