Feijoo toma la temperatura al nuevo PSdeG

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

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El presidente de la Xunta recibirá a Gonzalo Caballero el miércoles para analizar espacios de colaboración

24 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El jefe de filas del PP gallego tuvo siempre alguna dificultad para mantener una interlocución fluida con el PSdeG-PSOE, ya que con el resto de la oposición ni lo intenta. Unas veces vio a este partido como sólido adversario (etapa de Touriño), otras actuó de chivo expiatorio de las plagas egipcias (Zapatero y Blanco) y solo mostró alguna condescendencia cuando ni rival lo consideraba (Pachi Vázquez). Después vino la efímera etapa de Besteiro y el descabezamiento del partido en Galicia durante casi dos años, con su principal referencia institucional, Abel Caballero, convertido en el gran dolor de muelas del Ejecutivo gallego.

Esta semana se destapó Alberto Núñez Feijoo confesando en el Parlamento que le resultaba más fácil entenderse con el PSOE de Asturias que con el gallego, lo que más que una prueba de su sintonía con el presidente socialista del Principado, Javier Fernández, es un mandoble que pretende cuestionar la capacidad del PSdeG para pintar algo en los grandes asuntos, como la financiación autonómica.

Pero algo ha cambiado ya en esta particular relación entre los dos partidos con mayor representación institucional en Galicia. Gonzalo Caballero está decidido a hacer ver que el PSdeG está de vuelva para ocupar su espacio y estar en las grandes cuestiones, motivo por el cual mostró su interés en mantener una reunión oficial con el presidente de la Xunta y líder de los populares gallegos, que se celebrará el próximo miércoles en San Caetano.

Por votos, no es al PSdeG, sino a En Marea, al que competería ejercer el papel del liderazgo de la oposición. No obstante, Luís Villares no está cómodo en este campo. La foto de un encuentro con Feijoo lo minaría internamente, de ahí que siga anclado en el espacio del rupturismo que Beiras le dejó balizado en herencia, una estrategia bien concebida para recoger el descontento social, pero muy débil para articular una mayoría de cambio.

La persona que está llamada a ocupar el espacio del diálogo institucional es el nuevo líder del PSdeG, porque es su partido el que tradicionalmente desempeñó ese rol en Galicia. Así que Feijoo, en cuyo gabinete presumen de mantener la cortesía y de recibir siempre a quien lo solicita, tiene interés en tomarle la temperatura al nuevo PSdeG y comprobar cuáles son las pretensiones de su secretario general. Gonzalo Caballero es muy diferente a cualquiera de los últimos dirigentes que ha dado el partido. No tiene la empatía de Besteiro, carece de la pillería de Pachi Vázquez y de la solidez reflexiva de Touriño. Aunque resulte paradójico, puede que a quien más se parezca sea a su tío Abel Caballero, sobre todo en la gran confianza que tiene en sí mismo.

La principal diferencia es que Gonzalo Caballero llega al PSdeG a lomos del populismo militante, con muy poca capacidad para integrar y construir equipos en su dirección ejecutiva, y rodeado de algunas personas que insisten en nutrir las cuitas internas y la guerra con los medios de comunicación. Y eso no le va a permitir desprenderse tan fácilmente de la L de líder en prácticas.