Educación sigue dejando a centros y AMPA la decisión del uso del móvil y del uniforme

Elisa Álvarez González
E. Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Francia prohibirá los teléfonos en el 2018, incluso en el recreo, y apuesta por que sea obligatoria la vestimenta escolar

16 dic 2017 . Actualizado a las 16:06 h.

Era una de las medidas incluidas en el programa de Emmanuel Macron y entrará en vigor en el 2018. Francia prohibirá el uso de los móviles a los alumnos en los colegios e institutos no solo en las aulas, sino también durante los recreos y en los pasillos. El país galo no solo ha tomado una decisión firme sobre el uso de las nuevas tecnologías en los recintos educativos sino que apuesta, aunque en este caso no lo ha regulado, por la obligatoriedad del uniforme escolar en los centros públicos. ¿Y Galicia? ¿Cuál es la postura de la Administración escolar? De momento la Consellería de Educación no tiene previsto cambiar su normativa, que es reciente y desarrolla la Lei 4/2011 de Convivencia e Participación da Comunidade Educativa. En el decreto que detalla la legislación se recoge la prohibición expresa de los teléfonos móviles y de otros dispositivos electrónicos en los períodos lectivos. Eso sí, de forma excepcional los centros pueden establecer normas para que se use como herramienta pedagógica.

No obstante, la ley de convivencia da mucha autonomía a los colegios e institutos para establecer sus propias directrices. Así, en las normas internas de organización y funcionamiento pueden ampliar esta restricción y decidir qué uso se da a los móviles fuera del período lectivo. De hecho, el IES Isaac Díaz Pardo de Sada, por ejemplo, acaba de mandar una notificación a los padres con la prohibición de que se use en todo el recinto.

Lo mismo ocurre con la vestimenta, que deben regular los propios centros si quieren. Este tema fue polémico ya que precisamente el año en el que se aprobó la ley, el 2011, un colegio de Arteixo prohibía a una niña acudir con el velo islámico. Finalmente, la norma delega en los centros las previsiones sobre la vestimenta, para que no atenten contra la dignidad de nadie ni supongan una discriminación ni un riesgo para la salud de los miembros de la comunidad educativa.

En la mayoría de los colegios de Vigo está regulado el uso del teléfono móvil. No es que se prohíba, pero se permite solo cuando se utiliza como herramienta de trabajo o por algún motivo muy especial, según comenta Bertila Fernández, portavoz de la Federación Olívica de Nais e Pais de Alumnos (Foanpas). Por ejemplo, en el colegio público Ramón y Cajal, a principio de curso se entrega una circular a los padres sobre el tema para procurar que los de menor edad no lo lleven, salvo excepciones, como es el caso de algún niño que va solo y los padres quieren que lo lleve, aunque en el centro permanezca apagado.

En el IES Pintor Colmeiro de Silleda únicamente está prohibido el uso de móviles en tiempo de recreo. Si incumplen la prohibición de uso en horas lectivas se les retira el aparato, se lleva el alumno a jefatura de estudios y para recoger el móvil deben pasar los padres por el centro. El IES reclama que la Xunta regularice el uso de teléfonos móviles y que no dependa del criterio de cada centro. En Lalín, en colegios de Primaria como Xesús Golmar y Manuel Rivero está prohibido que los alumnos lleven móvil al centro. En el IES Laxeiro, en las aulas y espacios lectivos el móvil está totalmente prohibido. En los patios de recreo, si los padres les autorizan a llevar el móvil podrían usarlo. En el IES Aller Ulloa, también en Lalín, cuando se produjo hace años el bum de los móviles, constituyeron un problema, porque llegaban a sonar en las clases. El jefe de estudios, Xoán Carlos Vizoso, señala que se decidió entonces en el reglamento de régimen interno la prohibición de su uso en todo el centro: por supuesto en las clases, pero también en los recreos y espacios libres.

En los colegios de Barbanza no se permite el uso del móvil en horas lectivas, salvo casos especiales en los que se utiliza con fines didácticos. En la mayor parte de los centros educativos de la Costa da Morte está prohibido desde hace ya tiempo. La restricción figura en las normas de organización de los institutos y colegios, pero hay diferencias. En el Alfredo Brañas de Carballo, que es el mayor de la zona, sí se permite a los alumnos de bachillerato y del ciclo de Comercio, pero solo durante el recreo. En el Isidro Parga Pondal, también de Carballo, ni siquiera hay esa salvedad.

Sobre el uniforme escolar, que Francia ve con buenos ojos para todos los alumnos, Educación asegura que en los centros públicos son las AMPA las que deciden y aprueban si se utiliza o no, y en todo caso siempre será voluntario para el alumno. No ocurre lo mismo con los centros privados, que en muchos casos sí recogen el uso de esta vestimenta. En Vigo los colegios públicos no tienen. «Se habló hace tiempo de ponerlos, pero quedó en nada», indica la portavoz de Foanpas. Lo más aproximado a eso es el chándal, que puede coincidir que en algún colegio sean iguales, añade. El presidente de la Federación de ANPA Costa da Morte, Xosé Antón de la Fuente, señala que es un asunto que ni siquiera se han planteado.

Con información de Pablo Viz, Olimpio Arca, Cristina Viu, Ana Gerpe y María Jesús Fuente.

La necesidad de educar en el uso correcto del móvil, punto de consenso

El debate lleva años sobre la mesa, pero las opiniones sobre si debe o no prohibirse el uso del móvil no son unánimes. Padres y comunidad educativa comparten, sin embargo, una premisa: el móvil forma ya parte de la vida cotidiana y es necesario educar a los estudiantes en el uso correcto de esta herramienta.

«En la asociación hay opiniones diferentes, yo particularmente estoy en contra de prohibir, pero sí estamos como colectivo a favor de las normas y de hacerlas cumplir», dice José Antonio Álvarez, vicepresidente de la Confederación Galega de Anpas de centros públicos, Confapa. Mientras, la presidenta de la Asociación de Directores de Instituto de Galicia, Isabel Ruso, cree que el móvil «en el aula debe estar totalmente prohibido, salvo casos en los que un docente lo utilice como herramienta pedagógica».

Para Álvarez Caride, precisamente, «el móvil es una herramienta a la que se le puede quitar partido», y por lo tanto, aunque debe haber unas normas, «estoy en contra de confiscarlo y de prohibirlo». «Muchas familias lo utilizan para saber si los niños llegaron o no al cole», argumenta. Isabel Ruso apunta que «sería interesante que colaborasen las familias en esa enseñanza del uso del móvil».

En cuanto a los uniformes, el vicepresidente de Confapa reconoce que en este caso existe todavía más disparidad de opiniones. La suya personal es que el uniforme en el colegio es bueno para evitar que se evidencien las diferencias socioeconómicas entre las familias y también porque «es una comodidad y un ahorro». Sin embargo, «hay personas que no están de acuerdo con esto y también tienen sus razones», reconoce.