Las multinacionales del motor confían a España 11.000 millones de inversión

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

VICTOR>CAMESELLE

Galicia capta 700 millones directos de PSA y 800 más de los fabricantes de componentes de los dos nuevos modelos

15 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El mercado del automóvil en España no se mide solo por las compras de los particulares en la red. También por la fabricación. Toda una cadena. Esta actividad, medida desde la producción hasta la venta, es uno de los mejores kits de diagnóstico de la economía de un país. Y el resultado, en el caso de España, confirma ahora un buen estado de forma, tras un tiempo de vacas flacas.

Así lo aseguró ayer el ministro de Economía e Industria, Luis de Guindos, aportando datos relevantes, como el que eleva a más de 11.000 millones de euros la inversión destinada por las multinacionales del automóvil a sus fábricas españolas en los últimos cuatro años. De la suma aportada por De Guindos todavía quedan algo más de 5.000 por ejecutar, ya que se trata, en la mayoría de los casos, de planes de lanzamiento de nuevos modelos, programados a cuatro años.

Galicia, con PSA al frente, capta 700 millones directos del fabricante francés, y alrededor de 800 más de la industria de componentes, para la producción de dos nuevas gamas de vehículos hasta el 2020.

PSA Vigo cerrará el 2017 como segunda planta de España más productiva, por detrás de Seat Volkswagen tiene un plan de inversiones de 1.000 millones para su planta de Navarra en el período comprendido entre el 2015 y el 2019. Esta apuesta se suma a los 3.300 millones invertidos en el mismo período en Seat. Grupo PSA también va a inyectar 700 millones en Vigo para la llegada de nuevos modelos. Opel Figueruelas, inmersa en un proceso de fuertes recortes, tiene asignada una partida de 280 millones, antes de ser adquirida por PSA. Por su parte, Renault ha consignado inversiones hasta el final de la década en Valladolid por valor de 600 millones.

«El sector de la automoción es una aproximación a la economía española, crece en paralelo al conjunto del país», afirmó ayer De Guindos en una conferencia del Fórum Europa, en Madrid, que tuvo como invitado al vicepresidente de Volkswagen, Francisco Javier García Sanz.

Vuelve la contratación

Los datos de empleo también son favorables. El sector mantiene activa una plantilla de 1,3 millones de trabajadores en España. En Galicia, los puestos directos de PSA rondan los 6.000, pero la planta está en pleno proceso de contratación de cara a los nuevos lanzamientos. Solo a lo largo del 2018 se incorporarán un millar de nuevos operarios.

Pero no todas las factorías que hay en España son igual de rentables ni ofrecen garantías de estabilidad en el medio plazo. La propia patronal de los fabricantes de coches instalados en España (todas son de matriz extranjera) confirma que solo cuatro de las 17 plantas de producción de automóviles cerrarán el año con más volumen, rompiendo con la tendencia de una industria que aspiraba a ensamblar tres millones de vehículos al final del 2017. El balance se quedará por debajo del objetivo, que tiene ahora la referencia del 2018 para alcanzar ese nivel.

Seat Martorell repetirá como líder en producción, con 456.070 unidades, un 1,5 % más que en el 2016. PSA Vigo acabará el año con 235.000 coches fabricados (11.000 más que el ejercicio pasado). Ford elevará en Almusafes (Valencia) un 2,9 % su actividad, hasta 410.000 unidades. De las instalaciones de Opel en Figueruelas, integradas en el grupo PSA, saldrán 402.000 vehículos, un 10 % más, según datos de las empresas y los sindicatos.

La adquisición de Opel a General Motors por parte del grupo PSA ha sido la operación del año en la industria automovilística, con resonancias en toda Europa. En España, el movimiento empresarial ha afectado al sector en su actividad principal, la de fabricación, ya que el país es el único en el que coinciden centros productivos de Opel y PSA.

Con la fusión, el grupo francés se ha convertido en líder nacional de producción.

PSA impone a Opel un recorte de entre 1.000 y 1.500 empleos en toda Europa

redacción

Opel, marca adquirida el pasado mes de agosto por el grupo francés PSA, ha planteado en el comité de empresa europeo la necesidad de reducir entre 1.000 y 1.500 puestos de trabajo en las fábricas europeas para adaptar las plantillas, los turnos y la producción a las ventas de la compañía en el continente.

La cifra, que se puso sobre la mesa en la reunión que tuvo lugar el martes 12 de diciembre, y que trascendió ayer, no está cerrada, y dependerá de cómo funcionen las sinergias entre PSA y Opel en los próximos meses, pero indica un giro en las intenciones manifestadas por la multinacional francesa.

Hace poco más de un mes, el presidente de PSA, Carlos Tavares, declaró que el grupo hará lo posible por evitar los despidos forzosos, aunque aclaró que todo dependerá del éxito de la reestructuración de Opel. De momento, en el comité europeo no se aclaró en qué términos se produciría el recorte de una plantilla que alcanza los 30.000 trabajadores, aproximadamente. Por lo que no es posible avanzar si el ajuste se llevará a cabo a través de prejubilaciones, bajas voluntarias o despidos.

La fábrica española de Figueruelas (Zaragoza) es la que, en principio, estaría mejor colocada para no sufrir recortes, aunque la dirección ha pedido a los trabajadores una bajada salarial del 6 %, dentro de un plan que pretende equiparar los costes de producción por vehículo a los que tiene la planta de PSA en Vigo, considerada la fábrica más eficiente del grupo francés en Europa.

Para ello, Opel Zaragoza tendrá que ser capaz de rebajar el coste de producción en 600 euros por vehículo.