El 78 % de los que estudian un máster encuentran trabajo, sobre todo temporal

Tamara Montero
Tamara Montero SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El salario medio es de 1.200 euros mensuales y el 14 % son becarios o están en prácticas

15 dic 2017 . Actualizado a las 07:52 h.

Sí, hacer un máster sirve para encontrar trabajo. Es una de las conclusiones del estudio de inserción laboral de los titulados en Galicia que realiza la Axencia para a Calidade do Sistema Universitario de Galicia (Acsug), que ayer presentó los resultados de los titulados en el año 2012. Tres años después de haber terminado el posgrado, casi el 78 % estaban trabajando. Habían tardado alrededor de ocho meses en encontrar un empleo, según la estadística, y cobraban alrededor de 1.200 euros netos mensuales.

Sí, hacer un máster sirve para encontrar trabajo, pero ese trabajo es fundamentalmente temporal. El 45,7 % de los encuestados -la muestra del estudio alcanza al 70 % de los egresados- tienen un contrato de duración definida. Son cuatro puntos menos que entre los que salieron de un máster en el 2010, pero esa reducción se da principalmente porque el contrato temporal se sustituye por las modalidades de becario o en prácticas. El 14,1 % de los encuestados dicen estar ejerciendo bajo este tipo de figuras.

Eso deja un 40 % de contratos fijos. Además, el número de trabajadores por cuenta propia se ha duplicado con respecto a los datos del primer estudio (realizado entre los titulados en el 2010). Si hoy son un 13 %, hace dos años el porcentaje era del 6,4 %.

Sí, hacer un máster sirve para encontrar trabajo, y se encuentra más rápido. La media se sitúa en los 7,7 meses, un tiempo que es inferior entre los ingenieros y los arquitectos (7,3 meses) y los de ciencias (7,56). Se ha reducido también el número de titulados que tardan más de un año en encontrar un puesto. Hoy son un 16,7 %, mientras que en el anterior estudio esa cifra alcanzaba el 36 %.

Y sí, hacer un máster sirve para encontrar un trabajo con un mejor salario. La mayoría de los que terminaron un posgrado en el 2012 ya habían trabajado con anterioridad y alrededor del 45 % compaginaron el ejercicio profesional con los estudios de máster. Tras titularse, el incremento salarial fue, como media, de 126 euros con respecto al sueldo que percibían antes de completar los estudios. La mayoría de los egresados (casi un 60 %) cobran entre 600 y 1.400 euros netos, y el porcentaje de titulados cuyo sueldo se sitúa en la franja de entre 1.000 y 1.400 euros es hoy cinco puntos superior al último estudio, situándose en el 35,2 %, mientras que caen ligeramente los salarios de entre 1.400 y 1.800 euros (un 14,9 %) y de entre 1.800 y 2.200 euros (un 6,9 %).

Las mujeres cobran unos 200 euros menos al mes que los hombres

Un hombre hace un máster en una universidad gallega. Tras encontrar trabajo, de media cobrará 1.342 euros. Su compañera de mesa en ese mismo máster, tras encontrar un puesto, cobrará unos 200 euros menos. La encuesta de inserción laboral demuestra que todavía existe una importante brecha salarial entre hombres y mujeres, que se mantiene en todos los tipos de máster menos en uno: las mujeres cobran un poco más de media que los hombres que terminan un máster en el ámbito de las ciencias: 1.158 euros frente a los 1.122 de ellos.

La brecha salarial, además, deja situaciones paradójicas. Mientras los autores del estudio explican que, en comparación con las anteriores encuestas que han realizado, la diferencia de sueldo -que siempre ha existido- es «lixeiramente inferior», los datos apuntan a que el incremento salarial es más acusado cuando ellas terminan un máster que cuando lo hacen ellos. En concreto, las mujeres cobran como media 144 euros más que solo con el título de grado, frente a los 95 euros que se incrementa el sueldo de ellos.

¿Qué significa? Básicamente que la situación de partida es peor para ellas. Y está cuantificada. El último estudio de inserción laboral de los graduados en Galicia revela que el salario medio femenino se sitúa en los 975 euros, mientras que el de los hombres está en 1.147 euros netos mensuales, y el estudio apuntaba que el porcentaje de mujeres era mayor en los intervalos salariales más bajos (de menos de mil euros), con excepción de la ausencia salarial.