Un puente para 3,7 millones de almas

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns RIBADEO / LA VOZ

GALICIA

IAGO GARCÍA / DANIEL R. PORTELA

La cita de los presidentes propició un fructífero diálogo entre los sectores más dinámicos de ambas comunidades

12 dic 2017 . Actualizado a las 09:29 h.

Trenes más o menos rápidos y anchos, túneles que son agujeros negros de dinero pero que llegan a buen puerto, autovías que riegan arterias de dos ventrículos pegados en un noroeste que late unido, modelos de Estado que cojean en la pasarela de la actualidad, ecuaciones imposibles para repartir las migajas de la caja común... Todas estas cuestiones, palpables unas, inmateriales otras, salieron a la luz que a punto estuvo de faltar en el auditorio municipal de Ribadeo por los efectos del temporal. Pero sobre todo: «Estamos aquí para hablar de 3,7 millones de almas». El foco sobre los gallegos y asturianos lo puso desde el inicio el director general del Banco Sabadell Gallego, Pablo Junceda, uno de tantos que viven a caballo entre dos comunidades que, con sus matices, han dejado atrás cualquier lazo de consanguinidad familiar que se les quiera poner.

Las cifras hablan por sí solas, y de hablar precisamente se trataba. Encuentros en el Eo reunió sobre el escenario a los presidentes autonómicos para diagnosticar sin trincheras los problemas y retos conjuntos, aunque Feijoo y Fernández eran conscientes de que en la platea les escuchaba una representación de la sociedad civil más dinámica de ambos territorios que estuvo muy atenta a todo cuanto dijeron los mandatarios, con los que al término del coloquio pudieron conversar. Un centenar de empresarios, profesionales y representantes de organizaciones económicas encontraron en los soportes de La Voz de Galicia y La Voz de Asturias un círculo abierto para intercambiar impresiones. Por afinidad, los armadores de Burela y los directivos de los puertos de A Mariña y del occidente asturiano se abordaron amablemente, y cerca de ellos dialogaban constructores de referencia como Álvaro Platero (Gondán) o Laudelino Alperi y José Ramón Fernández, de Astilleros Armón. «¿Cómo va el naval?», preguntó el presidente Feijoo al poner su primer pie en el auditorio.

La iniciativa, por sí misma, bien valía un brindis de una orilla a la otra, o mejor dos, uno con sidra y otro con un vino gallego. Pocos empresarios saben más de ambos productos que José Cardín Zaldívar o José María Fonseca. El segundo es el fundador de Terras Gauda, y el primero es el vicepresidente de Valle, Ballina y Fernández, un grupo centenario conocido en el mundo entero... por la sidra El Gaitero.

El poder local, también unido

La sintonía de los máximos responsables de la Xunta y del Principado se trasladó a todos los niveles, y también cundió en el ámbito municipal. Tan pronto tuvieron un momento, los alcaldes de Ribadeo, Castropol y Vegadeo hicieron breve corrillo para hablar de asuntos tan de a pie como importantes para sus vecinos. Fernando Suárez (BNG), Teresa Dorado (PSOE) y César Álvarez (PSOE) también departieron sin fronteras territoriales ni ideológicas, llevando al ámbito local el consenso demostrado por Feijoo y Fernández. Empresarios y representantes de la sociedad gallega y asturiana buscaron su hueco para encontrarse con ambos presidentes y felicitarlos por la claridad de sus exposiciones y el alto nivel de acuerdo concitado, «impropio» de estos tiempos, como le recordaban al de la Xunta al término del acto. Minutos antes se hacía una fotografía con el «futuro» de Galicia. Se refería al jinete Gonzalo Añón, que acudió a la cita junto a su padre, el empresario larachés Manuel Añón.

En conversación ligera también se vio a pesos pesados del sector de la automoción en ambas comunidades como Emilio Pérez Nieto o Francisco Fernández, de Tartiere Auto; a Carlos González, representante territorial en ambas comunidades de Red Eléctrica Española; a Antonio Campo, de Pizarras Campo; o a Carlos Vales y Rafael Valcarce, directivos de Reganosa y de Arteixo Telecom.

Todos ellos compartieron reflexiones con una nutrida representación del Banco Sabadell, patrocinador exclusivo de un acto que ya busca fecha para su reedición, esta vez a la otra orilla del Eo. Los puentes están tendidos.