José Luis Torrado: «He tratado a algunos que no han sabido agradecerlo»

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Pinto&Chinto

Por las manos del recuperador y preparados físico de Mugardos han pasado cuerpos muy poderosos: desde Juan Gómez, Juanito, a Manuel Fraga

28 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Por las manos de José Luis Torrado (Mugardos, 1935) han pasado cuerpos muy poderosos: desde Juan Gómez, Juanito, a Manuel Fraga. A todos les ayudó. Me recibe en su gimnasio de Pontevedra donde unos amiguetes se están metiendo entre pecho y espalda el capón que él les acaba de asar. Por cierto, como yo no puedo hacerlo, lean las palabras de Torrado con la máxima vehemencia posible. Así las expresó él.

-Usted casi forma parte del escudo de Pontevedra, ¿cómo vino a dar aquí desde Mugardos?

-Antes estuve en Lugo, porque allí destinaron a mi padre, que era contable. A mí me gustaba correr, pero allí no había ni pistas ni ocho cuartos, así que me vine a Pontevedra. Cuando mi padre se quedó paralítico me lo traje para aquí. En 1957 hubo un campeonato de España en A Coruña y en el barrio hicieron una colecta para comprarle una televisión a mi padre. Fui campeón y él me pudo ver. Me hubiera gustado conocer a cada uno de los que puso dinero. Le cogí un gran cariño a esta ciudad.

-Lo que sabe, lo aprendió solo.

-Yo tenía el problema de mi padre, así que cualquier libro que hablara de medicina, lo enganchaba. Y me especialicé en la medicina natural. Como he viajado por todo el mundo, en cada sitio he aprendido algo y me dediqué solo a las roturas de fibras, a las lesiones que afectan a las partes blandas. Y a eso dediqué mi vida.

-¿Qué deportista le ha impresionado?

-Iván Raña. Tengo 82 años y sigo con él. He atendido a deportistas que incluso he librado del quirófano sin cobrarles ni un duro y no he vuelto a saber de ellos. A Iván le enseñé a correr y nunca estuvo más de una semana lesionado. Es una persona extraordinaria.

-Siendo atleta, de joven ligaría bastante.

-Sí, sí. De aquella se pasaba mucha hambre. Me acuerdo que compraba revistas en Suecia, Finlandia y luego vendía aquí las páginas sueltas, ja, ja.

-Usted que utiliza el herbolario, ¿qué piensa cuando ve estas cámaras hiperbáricas para recuperar a los deportistas?

-Es una barbaridad, porque les sacan la presión y les hacen trabajar como si pesaran 20 kilos y pierden la musculatura. Yo no creo en eso. Y le digo más, me pongo a disposición de cualquiera para recuperar una rotura fibrilar en un máximo de ocho días.

-Con hierbas.

-Con hierbas. Son sesenta años haciéndolo. Y nadie me demostró que mienta.

-Y usted, ¿qué tal va de salud?

-Me encuentro estupendamente. Aunque me operaron de varices y quedé mal.

-¿Cuál es la hierba sin la que no puede estar?

-La cola de caballo. La cogía en los ríos. Hoy me las traen.

-¿No hay un poco de fantasía en la naturopatía?

-Yo me he preocupado de un tipo de lesiones concretas: tendinitis, contracturas... Del resto soy un auténtico ignorante.

-¿Cómo era el Fraga paciente?

-Fueron 16 años. Yo le recomendaba hacer unos ejercicios. Para mí era un paciente cojonudo; lo pasábamos muy bien. Y no me dio un duro nunca.

-Y también trató a Rajoy.

-Sí, pero de joven, de un pequeño esguince de cervicales.

-No le gusta eso de «O Bruxo».

-No. Me ha perjudicado muchísimo, porque me han encasillado y yo no rezo ni hago brujerías. Estuve en siete Juegos Olímpicos más de 30 campeonatos del mundo... ¿entiende?

-No será bruxo pero hace buenos conxuros.

-¡Hombre claro! Y cocinero. Mire como se están poniendo estos con el capón. He cocinado en los cinco continentes. En Corea, con la selección de atletismo, vieron como vendían unos perros en un mercado y ya no quisieron comer. Les tuve que hacer yo la comida.

-¿Cuál es su especialidad?

-Los pescados tipo marinero. También es lo que más me gusta comer. Como de todo, pero poco.

-Inés Arrimadas, Cristina Pedroche, Garbiñe Muguruza, ¿A quién le daría un masaje?

-A la última. Tiene los cuádriceps muy grandes, pero los gemelos muy pequeños.

-¿De qué se arrepiente?

-De haber tratado a algunos que no han sabido agradecerlo. Pero también tengo miles de amigos. Mire a estos que han venido a comer. Si esto no es vivir, que venga Dios y lo vea.

-¿De qué equipo es usted?

-Del Madrid. Piense que traté a muchos jugadores. A Camacho, gran tipo. Rajoy me pedía entradas para ver a la selección, yo llamaba a Camacho y le daba un palco.

-Pues podía echarles una mano con Bale.

-Me encantaría, porque es uno de los mejores futbolistas que he visto. Me apuesto la silla eléctrica a que en un mes lo pongo en marcha.

-¿Qué es lo más importante en la vida?

-La amistad. La familia es importante, pero también hay que entregarse a la amistad.