Bruselas quiere enviar sus propios medios de lucha contraincendios a Galicia

Los catastróficos incendios que arrasaron Galicia y el norte de Portugal en los últimos meses son la «nueva norma». Lo confirmó ayer el comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Protección Civil, Christos Stylianides, para quien el cambio climático «lo ha trastocado todo». Los incendios serán «más devastadores, violentos y complejos». Al Gobierno español y al gallego los ha cogido con el pie cambiado y el chipriota les advierte que el próximo desastre «está a la vuelta de la esquina». La UE quiere que España esté preparada, pero admite que ningún país es inmune a la devastación de estos nuevos fenómenos. Para fortalecer la respuesta de emergencia, Stylianides propuso ayer crear una reserva de medios antiincendio europea lista para ser desplegada en cuanto un país miembro active el mecanismo de protección civil. «El actual sistema ha llegado a su límite [...]. No es suficiente. Necesitamos mínima burocracia y máxima eficiencia», justificó.

Bruselas no solo funcionará como enlace para coordinar la ayuda de otros países de la UE, sino que dispondrá de su propia flota de aviones que podrán ayudar a extinguir incendios. ¿A qué precio? Bruselas tiene pensado «alquilar» las aeronaves y cofinanciar hasta el 75% de las labores operacionales y de transporte. Calcula que el plan, abierto también a ayudar en caso de inundaciones o crisis sanitarias, alcanzará los 280 millones de euros hasta el 2020.

¿Dónde estarán los cuarteles generales de esa flota aérea? Todavía no se ha escogido un lugar: «No será en Bruselas. Necesitamos tenerlos cerca de los sitios donde se producen este tipo de desastres», explicó el conservador. Sin entrar a valorar las denuncias sobre las condiciones de trabajo y contratación de los brigadistas gallegos, el comisario sí admitió que Galicia debe mejorar: «Por supuesto que hay que mejorar los planes de preparación y prevención [...]. No son palabras vacías», aseguró el chipriota, para quien todavía sigue siendo una tarea pendiente el «propagar una nueva cultura de la prevención» en algunos países. La inversión en políticas activas para la limpieza de los montes, el acondicionamiento de zonas sensibles o los planes de evacuación pueden traducirse a la larga en ahorro. Y no solo de dinero (10.000 millones de pérdidas en catástrofes en el 2016). También en vidas humanas (200 víctimas en lo que va de año, cuatro en Galicia). Por eso Bruselas pide a los Veintiocho que elaboren planes de riesgo completos y los remitan a la Comisión Europea para examinarlos, enmendarlos y monitorizarlos. «A largo plazo, esta es la forma más efectiva de reducir pérdidas y aumentar las capacidades de prevención, preparación y respuesta a los desastres», asegura la institución.

Asesoramiento para las empresas afectadas

Tras la batería de medidas aprobadas hace una semana, ayer el Gobierno gallego aprobó una nueva iniciativa relacionada con los incendios. A través de ella, la Xunta ofrecerá apoyo técnico a las empresas afectadas por la ola de incendios de octubre para que estas tramiten los daños ante las aseguradoras.

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