Vigo solo tiene agua hasta el 11 de febrero y A Coruña, hasta el 12 de mayo

Susana Acosta
Susana acosta REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

PRADERO

Reducir el consumo un 25 % permite aumentar las reservas entre uno y seis meses

22 nov 2017 . Actualizado a las 16:04 h.

Vigo y su entorno, A Coruña y la zona de Baiona tienen los días contados para que sus embalses se queden vacíos. Esa es la realidad a la que se enfrenta la población de los principales núcleos urbanos de Galicia si no llueve lo necesario y no se reducen los consumos. El de Eiras, que abastece a la ciudad de Vigo, entre otros municipios, presenta una situación muy delicada. Tiene el abastecimiento garantizado solo hasta 11 de febrero si no hay aportación de agua, es decir, si continúa la ausencia de precipitaciones, pero a partir del 7 de enero se queda en el 20 % de ocupación y serían necesarios tratamientos especiales para mantener la calidad del agua. Por su parte, el de Zamáns -que abastece a parte a la ciudad de Vigo y al embalse de Baíña, en Baiona, cuando este se queda en un nivel bajo- tiene agua hasta el 2 de marzo y alcanzaría el 20 % de ocupación el próximo 14 de enero.

El de Cecebre, en cambio, que se encarga de dar suministro a A Coruña y su área metropolitana, tiene algo más de margen. Se quedará sin agua el 12 de mayo, pero a partir del 10 de febrero se reduce su nivel hasta el 20 %, según las previsiones de Augas de Galicia, que analiza la situación de los embalses y los consumos.

Aunque parezca poco efectiva, la reducción del consumo es una medida que puede aumentar las reservas en casi 200 días. Es lo que ocurre en el embalse de Cecebre. Si todos los ayuntamientos a los que abastece -A Coruña, Oleiros, Arteixo, Culleredo, Cambre, Sada y Bergondo- reducen un 25 % el gasto de agua, tendrían las reservas aseguradas durante un año entero. Y si lo bajan un 10 % garantizarían el consumo hasta el 27 de junio.

Gana un mes más

La proyección no es la misma en el caso de Eiras, que suministra agua a Vigo, Redondela, Cangas, Moaña, Nigrán, O Porriño, Baiona y Mos, además de a Gondomar, Ponte Caldelas, Soutomaior, Pazos de Borbén, Fornelos de Montes y Salceda. La reducción del 25 % del consumo permitiría ganar un mes más de agua, mientras que, si se ahorra un 10 %, el aumento es de diez días. Zamáns podría llegar con agua hasta el 30 de abril si reduce una cuarta parte del consumo total, y hasta el 19 de marzo si ahorra una décima parte.

Pontevedra, Santiago y Lugo

En otras ciudades como Santiago, Pontevedra y Lugo no se pueden calcular los días de disponibilidad de agua, al captar directamente el abastecimiento de los ríos Sar, Lérez y Miño, respectivamente.

«Ourense no tiene problema porque se abastece de la parte baja de la cuenca, en la confluencia del Sil y del Miño, y tiene bastante agua embalsada. Es impensable que se pueda quedar sin agua. Distinto es el caso de la ciudad de Lugo, que se abastece de la cabecera y no tiene embalse, pero el abastecimiento está atendido en los próximos meses», explica el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Marín, que aclara que la ley donde se recoge el plan hidrológico estatal obliga a las poblaciones de más de 20.000 habitantes a tener un plan de emergencia para afrontar situaciones extremas: «Nosotros ya hemos remitido cartas a Ponteareas, Lugo y Ourense recordándoselo», aclara.

Por otro lado, Augas de Galicia celebró ayer una nueva reunión con los ayuntamientos de Carnota, Cee, Corcubión, Dumbría, Mazaricos y Santa Comba para analizar las cuencas del Xallas y Cee, así como del río Castro. El encuentro permitió concluir que cuentan con reservas suficientes para garantizar el abastecimiento al tener una situación «diferente da dos outros sistemas de alerta», aunque se recomienda hacer un uso responsable del agua.

La Xunta puede tomar el mando en la fase de emergencia si algún concello no toma medidas

El Plan da Seca elaborado por la Xunta establece varios niveles de alerta de los embalses.

Nivel 3

Si quedan 15 días. El máximo (nivel 3) se activa cuando tan solo queda agua almacenada para 15 días. Pero la Xunta puede declarar la fase de emergencia en algún sistema hidrológico concreto antes de llegar a esa situación. Incluso en el nivel 2, cuando al embalse le quedan 40 días.

OTros indicadores

Caudal, consumo y predicciones. Para activar la fase de emergencia se tendrán en cuenta otros criterios, como el riesgo de desabastecimiento, el caudal del río y las predicciones meteorológicas.

Si se activa la EmergENCIA

Vicepresidencia asume el control. Una vez activada la fase de emergencia, Vicepresidencia asume la coordinación de la situación y Augas de Galicia pasaría a ser un asesor de los órganos establecidos. La Xunta se encargaría de dar a los concellos instrucciones concretas sobre cómo actuar. Es en esta fase en la que se pueden establecer restricciones de agua en los domicilios. Y si algún ayuntamiento no las pone en marcha, la Xunta puede asumir la gestión en ese ayuntamiento concreto. Sería como aplicar el artículo 155 de la Constitución, pero a escala local.

Objetivo

Recuperación de los ecosistemas. «Terán que adoptarse as medidas necesarias para a rápida recuperación dos ecosistemas afectados pola seca», indica el protocolo a aplicar en esta fase.