El recorte de los fondos de cohesión de la UE pondrá a Galicia contra las cuerdas

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

GALICIA

FRANCOIS LENOIR

Bruselas advierte que regiones menos desarrolladas pueden superar a otras, como la gallega, en el 2020

20 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia se desertiza, pero Bruselas insiste en pasar la tijera a la cohesión. El futuro distópico que augura la pirámide poblacional gallega no es un accidente demográfico, sino una tendencia en la UE muy difícil de revertir, según los expertos. «Por primera vez se hubo más defunciones que nacimientos en la UE», constataron las instituciones en el 2015. En eso Galicia lleva ventaja desde 1998. La población no ha hecho más que menguar mientras la esperanza de vida se alarga. Los expertos creen que en 30 años podría perder un millón de habitantes.

servicios públicos

Bajo presión

Europa admite que es necesario replantear los sistemas del bienestar. «Los rápidos cambios demográficos han sometido las infraestructuras y los servicios públicos a presión, bien para ampliarlos o reducirlos», admite la Comisión Europea, desde donde se ha instado a los Gobiernos regionales a invertir más dinero en servicios públicos esenciales para garantizar la cohesión territorial y social, en vista del escaso apetito de los grandes países contribuyentes a seguir aportando fondos. Las prioridades han cambiado. La cohesión ha dado paso a la defensa y la seguridad, que costarán 10.000 millones de euros anuales. El brexit también dejará otro agujero en la hucha que de entre 10.000 y 12.000 millones de euros cada año. Nadie está dispuesto a compensar las pérdidas en los presupuestos europeos que se empezarán a negociar a partir del año 2018. «Las medicinas del pasado para ayudar a las regiones más pobres ya no funcionarán nunca más», anticipa el vicepresidente de la Comisión Europea.

innovación

Mala calidad

La innovación sigue siendo el Santo Grial para Galicia. Si se atiende al mapa europeo de rendimiento en innovación, todo el flanco noroccidental se tiñe de verde, menos para España. Galicia ocupa un puesto rezagado, a remolque sin conseguir frenar la «fuga de cerebros». Y buena parte de la responsabilidad es política: «La baja calidad de gobierno obstaculiza el desarrollo económico y reduce los efectos de la inversión pública, incluida la cofinanciada por la política de cohesión». ¿Qué hay de Galicia? La calidad de gobierno suspende en su examen del 2017, según el Ejecutivo comunitario. Menos corrupción, más eficacia de la Justicia, más transparencia y mejoras en el mercado laboral son las recomendaciones que lanza la CE para impulsar la economía y conseguir anclar la población al territorio.

estancamiento

Baja natalidad

La crisis demográfica sigue consumiendo a muchas regiones en transición como Galicia. «Varias regiones con un producto interior bruto (PIB) per cápita cercano a la media de la Unión Europea parecen estar estancadas en una trampa de renta media», aseguran desde Bruselas. El desempleo, la deslocalización, la pérdida de competitividad y el escaso dinamismo económico han hecho perder la estela de las regiones líderes. «Las regiones de transición apenas progresaron y se verán superadas por otras menos desarrolladas en el año 2020 si las tendencias persisten», alertan. Según el histórico del PIB, Galicia está perdiendo la inercia alcanzada entre el 2000 y el 2008, cuando acumuló un progreso de entre el 15 y el 20 %, cifras que se desplomaron durante la última década entre el 5 y el 10 %. El estancamiento económico y el entorno poco favorable empujan a los jóvenes más cualificados a buscar oportunidades laborales fuera de Galicia.

Galicia necesita la financiación europea para afrontar la crisis demográfica

Los grupos de trabajo regionales, convocados periódicamente en Bruselas, están buscando estrategias para revitalizar los territorios en alto riesgo de despoblación. La llamada de las autoridades gallegas, del Comité de las Regiones y el Parlamento Europeo a mantener la financiación a Galicia para hacer frente a su crisis demográfica no impedirá la poda de los fondos estructurales y de cohesión que la región venía disponiendo en el período 2014-2020 (1.186 millones del programa de Desarrollo Rural, 1.104 millones del Feder y 391.428 euros del Fondo Social Europeo). La Comisión está dispuesta a revisar el sistema de asignación de fondos, para que no se ciña al PIB: «Podríamos añadir criterios vinculados con los retos que afronta la UE, desde la demografía y el desempleo hasta la inclusión social y la migración, pasando por la innovación y el cambio climático», subrayan. Una vía que podría salvar a Galicia de dar el salto al vacío.