No existe la seguridad de que los chubascos vengan para quedarse
18 nov 2017 . Actualizado a las 14:45 h.El anticiclón que está en las islas británicas seguirá ejerciendo su influencia sobre Galicia durante los próximos días. Las temperaturas pueden llegar a ser agradables durante las horas centrales, superándose incluso los veinte grados en el sur de Galicia, mientras que la diferencia térmica entre el día y la noche será acusada. Esto se debe a la irradiación nocturna, es decir, la pérdida de calor por el suelo en las noches sin nubes. Pero también a que en esta época del año las noches ya no son tan cortas y eso hace que dé tiempo a que bajen las temperaturas.
Esta situación de estabilidad tan atípica para un mes de noviembre y que tan mal viene para paliar los efectos de la sequía continuará hasta el miércoles. A partir de esta jornada, los vientos del sur permitirán la entrada de nubes e incluso de chubascos. Pero la pregunta es por cuánto tiempo: «Los modelos que normalmente consultamos a medio plazo -modelos globables ejecutados en EEUU y Europa- nos dan probabilidades significativas de un cambio en la situación que podría dejar algunas lluvias a partir del miércoles. Pero hay que ser muy prudente con estos pronósticos porque esos modelos están resultando un tanto inconsistentes en el horizonte de siete a diez días en las últimas semanas y por tanto no podemos asignarles una elevada fiabilidad», asegura Juan Taboada, de MeteoGalicia, que no se atreve a afirmar si habrá finalmente un cambio de tendencia en el tiempo, algo que Galicia está pidiendo a gritos.
Realmente no existe seguridad de que la lluvia venga para quedarse. Ni siquiera se espera que la borrasca que se asoma por Galicia la próxima semana vaya a ser muy profunda: «Más bien todo lo contrario, aunque en los próximos días lo podremos ver más en detalle. Los pronósticos de lluvia a medio plazo siempre son complicados en latitudes medias y más concretamente en Galicia. No ocurre lo mismo en zonas polares o ecuatoriales», puntualiza. Esto se debe a que en las latitudes medias la atmósfera es más dinámica y caótica.
El fenómeno de La Niña en el Pacífico, aunque de forma débil, también impide de alguna manera que lleguen borrascas a Galicia, con la aparición de anticiclones de bloqueo como el que está instalado desde hace días sobre las islas británicas. Pero también provoca menos hielo en el Ártico y, a su vez, más nieve en Siberia. Y esto último podría traer inestabilidad a Galicia: frío, nieve y lluvia: «Las señales son por tanto contradictorias y posiblemente eso esté detrás de la inconsistencia de los modelos», concluye.