Juzgan a un vecino de Ferrol que reclamó la paternidad de un hijo que nunca existió

Carmela López
carmela lópez FERROL / LA VOZ

GALICIA

El hombre se enfrenta a la petición de dos años de prisión y una multa por supuestos delitos de coacciones e injurias a su expareja

14 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un vecino de Ferrol de 43 años, cuya identidad responde a las iniciales D.S.R., se sentó el lunes en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal 2 para responder de un delito de coacciones y otro de injurias, y la causa quedó vista para sentencia. Los hechos por los que se enfrenta a la petición de dos años de prisión y una multa de 2.160 euros guardan relación con su reclamación de paternidad de un supuesto hijo con su expareja, que ni siquiera llegó a ser engendrado porque la mujer no puede concebir a causa de una menopausia precoz genética que le fue diagnosticada en el año 2003.

El acusado mantuvo una relación sentimental análoga a la matrimonial con María Luisa Sequeiro Taboada durante cinco años. La pareja se separó en 2011 y él fue condenado a 60 días de trabajos para la comunidad por un delito de violencia de género, pena que quebrantó, por lo que en 2013 se le impusieron 180 días de trabajos más.

Según la Fiscalía y la acusación particular ejercida por la expareja, desde que se produjo la ruptura el hombre acudió con asiduidad a las proximidades de una finca propiedad de los padres de ella en el lugar de Vilabuide (Ferrol), en la que la familia pasa el verano y el resto del año visita en días alternos para atender a los animales.

El acusado reconoció que sí iba por allí de vez en cuando y lo justificó en que el médico le había recomendado caminar por el campo. María Luisa, por su parte, declaró que su presencia constante merodeando alrededor de la finca le molestaba, por lo que lo denunció tres veces y la última intervino la Policía.

La reclamación de paternidad llegó el verano pasado. La mujer dijo haber visto un recorte de un periódico en el portal del edificio de Caranza en el que viven ella y sus padres -el acusado reside en otros piso del mismo inmueble-, con una noticia en la que se hablaba de la reclamación judicial de un supuesto hijo. «Sospeché que podía tratarse de él, pero como tuvo más parejas no pensé que se refería a mí», sostiene María Luisa, añadiendo que la situación se aclaró cuando recibió una carta certificada en la que dos abogadas de oficio la informaban de la reclamación de paternidad de un niño al que se referían con el nombre de Borja y los apellidos de la supuesta madre. «Yo nunca tuve hijos, no puedo tenerlos y él lo sabe», recalcó María Luisa.

A preguntas de la jueza, el acusado manifestó no saber si tenía un hijo o no, «pero hay muchos rumores». En esta línea, dijo que se había decidido a dar el paso porque amigos y conocidos le decían constantamente que su expareja había tenido un niño a los pocos meses de la ruptura, por lo que, de existir, tendría ahora unos seis años. Declaró, asimismo, que el nombre de Borja se lo habían puesto por llamarlo de alguna manera. El hombre había aportado una foto que encontró en las redes sociales en la que aparece María Luisa con su actual pareja y un bebé, el día del bautismo del pequeño, del que es madrina.