«Son raros los casos en los que el perro no da señales antes de atacar»

m. s. REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

ALBERTO LÓPEZ

La veterinaria Ángela González Martínez es especialista en comportamiento animal

07 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La veterinaria Ángela González Martínez, del Hospital Veterinario Universitario Rof Codina, de Lugo, es una de las escasísimas especialistas en Europa en etiología clínica, una disciplina que investiga el comportamiento de los animales.

-¿Se pueden prevenir las conductas violentas?

-La prevención es muy importante. La mayoría de las veces se puede conseguir, pero no se trata tanto de prevención en cuanto a razas, sino de animales que tengan tendencia a tener conductas más agresivas. No se trata tanto de decir esta raza es peligrosa como de determinar que este perro, este individuo, tiene un problema de comportamiento. En la inmensa mayoría de los casos se puede prevenir. Se debería pasar una consulta de comportamiento a todos los animales que puedan mostrar algún signo de agresividad y se deberían dar las pautas adecuadas para prevenir daños futuros. Lo que vemos muchas veces cuando nos llega algún perro que ha agredido es que su propietario no ha adoptado las medidas correctas para prevenir el riesgo, muchas veces por desconocimiento.

-¿Cómo puede saber el dueño que su perro es agresivo?

-Las conductas agresivas pueden dirigirse a personas conocidas o desconocidas, o también a otros animales. En todos los casos, signos como gruñir, enseñar los dientes, echar la boca, revelan conductas agresivas, y si un perro muestra estos signos debería acudir a un etólogo clínico para valorarlo y prevenir ataques como este.

-¿Puede ocurrir que un perro que nunca haya mostrado una conducta agresiva ataque?

-Sí, puede ocurrir, siempre hay una primera vez, pero son raros los casos en los que el perro no dio ninguna señal antes. Otra cosa es que el dueño la sepa interpretar, porque a lo mejor sí ha gruñido muchas veces, pero eso no se ha interpretado adecuadamente ni se ha tratado adecuadamente y finalmente el perro ha terminado mordiendo. Otras veces puede haber enfermedades orgánicas que pueden influir en el comportamiento o que incluso pueden hacer que el comportamiento sea imprevisible. Pero en la mayoría de los casos que vemos, el perro antes ha dado avisos.

-¿Hay tratamientos eficaces?

-Lo ideal es evitar los riesgos, impedir que el perro tenga contacto con aquella persona a la que gruñe, y en todos los casos buscar asesoramiento. La mayoría de las veces se consigue una gran mejoría con un tratamiento adecuado, si bien lo que marca realmente el éxito es la capacidad de prevención. Son extraños los casos, pero cuando el propietario no sea capaz de prevenir los riesgos, lo ideal es realojar al animal en otro sitio donde sí puedan prevenirse y, si eso no es posible, entonces puede recurrirse a la eutanasia, pero esos son casos muy aislados.

-¿Qué puede hacer una persona que va a ser atacada?

-Lo ideal es quedarse quieto, evitar gritar y no mirar fijamente al perro, porque salir corriendo o hacer aspavientos con los brazos puede aumentar la agresividad.