El que se despista, el que conduce bebido y el que quiere ahorrar tiempo

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

La mayoría de los infractores son personas mayores que se desorientan, pero también hay kamikazes

04 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un vehículo en sentido contrario por una autovía es una bomba en movimiento. Una alerta de posible kamikaze activa las alarmas para interceptar lo antes posible al infractor. Es una situación de máximo riesgo en la que un minuto puede ser decisivo para evitar un choque frontal. La llamada de un conductor o un aviso al 112 ponen en marcha un dispositivo que se coordina desde la sala de pantallas del Centro de Gestión de Tráfico del Noroeste, donde transmiten la alerta a los paneles electrónicos de las carreteras y guían a las patrullas de la Guardia Civil con lo que observan desde las cámaras de vigilancia. «Es un momento de máximo riesgo», explica el teniente coronel Francisco Javier Molano, jefe del Sector de Tráfico de Galicia. Los agentes salen en busca del infractor sin saber con qué se van a encontrar. Puede ser un conductor que se ha confundido, uno que circula bebido o drogado, o uno que no conoce la carretera, alguien que quiere quitarse la vida o un irresponsable que, simplemente, elige el tramo equivocado de manera consciente porque quiere ahorrar tiempo y kilómetros. De todo hay en las autovías y autopistas de Galicia.

por despiste

Mayores desorientados. Es la situación más frecuente en la envejecida Galicia. La protagonizan conductores de edad avanzada que se confunden al acceder a una vía desdoblada. En la mayoría de los casos eligen el carril equivocado porque no están acostumbrados a la señalización de las vías de alta capacidad ni al diseño de sus enlaces de entrada y salida. La DGT encargó un estudio a la Guardia Civil que reveló la necesidad de reforzar la señalización, tanto vertical como horizontal, de ese tipo de vías al detectar que la mayoría de los kamikazes eran en realidad personas mayores que se habían confundido. «En muchos de esos casos hemos visto a conductores que continuaban por el carril equivocado varios kilómetros porque no eran capaces de corregir el error», relata el teniente coronel. Esos conductores suelen estar visiblemente desorientados cuando son interceptados, por lo que son propuestos para una revisión extraordinaria en los servicios de inspección del Sergas para que valoren las condiciones psicofísicas del automovilista. El informe médico determinará la aplicación de limitaciones en su carné o, incluso, la pérdida total del permiso.

con alcohol o drogas

El riesgo se multiplica. Es el segundo tipo más frecuente de conducción en sentido contrario. El alcohol o las drogas son siempre un factor de riesgo, pero lo son más cuando se trata de conducir en sentido contrario. Los expertos saben que en esos casos el problema se multiplica porque el conductor que circula bebido o drogado tiene sus facultades mermadas y no suele ser consciente del peligro al que se enfrenta. La mayoría de los kamikazes afectados por alcohol o drogas ni siquiera saben por dónde están circulando cuando son interceptados por una patrulla.

para ahorrar tiempo

Temerarios. Aunque parezca increíble, también existen los casos de conductores que acceden a una autovía por el carril destinado al sentido contrario solo para ahorrar kilómetros y tiempo. Evidentemente, esos infractores conocen la carretera y son plenamente conscientes de lo que hacen y de que están jugando de manera temeraria con su vida y la de los demás conductores. Por suerte, no son muy frecuentes, pero ya se han dado varios episodios de ese tipo en las autovías gallegas y en todos los casos han conseguido ser identificados y denunciados, como señala el teniente coronel Molano.

posibles suicidas

Casos aislados. Apenas se conocen casos de conductores que de forma consciente han decidido poner fin a su vida con un accidente de tráfico. Pero los responsables de Tráfico saben que existen. El año pasado se produjeron dos siniestros en sendas autovías gallegas en los que la investigación policial apuntó hacia posibles suicidios. Se trataba, en ambos casos, de conductores muy jóvenes que se introdujeron en la autovía, de día y con buena visibilidad, por el carril de salida. Quienes se cruzaron con ellos aseguran que iban a gran velocidad hasta que se estrellaron. En uno de los accidentes murieron el causante y el conductor del coche que circulaba correctamente. En el otro caso solo perdió la vida el supuesto kamikaze porque se fue contra un camión de gran tonelaje. El camionero se desvió hacia su derecha para evitar la colisión, pero no lo logró. «Veu contra min», declaró después.

las primeras medidas

Refuerzo de la señalización. La Dirección General de Tráfico trabaja en sistemas automáticos que alerten de la entrada de un conductor en sentido contrario, probablemente utilizando la tecnología ya existente en las autovías y autopistas gallegas. Mientras, Fomento y Xunta ya han reforzado la señalización en todas las autovías de Galicia para reducir el riesgo de confusión.