Plantón del presidente socialista de la Diputación de Lugo en el Parlamento

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi LA VOZ / SANTIAGO

GALICIA

Álvaro Ballesteros

Darío Campos no acudió a informar de las cuentas de la Diputación de Lugo. El PP le acusa de faltar al respeto a todos los gallegos y a todos los lucenses. Carmela Silva, presidenta de la diputación de Pontevedra hizo lo mismo esta tarde

03 nov 2017 . Actualizado a las 21:19 h.

El presidente de la Diputación de Lugo, Darío Campos, no ha acudido esta mañana a la comparecencia anual en la que los máximos responsables de las administraciones locales explican las cuentas en el Parlamento. Tampoco lo hizo esta tarde Carmela Silva, su homóloga socialista en Pontevedra, cuyo turno estaba previsto después del popular José Manuel Baltar, presidente ourensano.

Tanto Campos como Silva esgrimen maltrato y discriminación de la Xunta para romper una tradición que empezó en los tiempos de Touriño y que buscaba una mejor coordinación entre las diferentes administraciones. Pese a la ausencia de Campos, los grupos parlamentarios sí se han presentado en la sala, para hacer una valoración, pasadas las doce de la mañana. Esto obedece a que las comparecencias en comisión son fruto de un acuerdo alcanzado por las cuatro fuerzas políticas con representación en la Cámara gallega.

Muy duro se ha mostrado el diputado popular Daniel Vega, que ha acusado a Campos de faltar al respeto a todos los gallegos, y en especial, a todos los lucenses. El representante del PP ha lamentado la ruptura de la tradición de comparecer por parte del presidente lucense para rendir «pleitesía a Carmela Silva».

El diputado socialista por Lugo, Luis Álvarez, ha asegurado que, como grupo socialista, hubiese preferido la comparecencia, pero ha justificado que las razones alegadas son coherentes. El Bloque, a través de Xosé Luis Rivas, ha defendido la regla de rendir siempre cuentas ante los ciudadanos, y Paula Verao, de En Marea, se ha desmarcado asegurando que su formación persigue la eliminación de las diputaciones.

Horas antes de este desencuentro sí ha comparecido a primera hora Valentín Formoso, presidente de la Diputación de A Coruña, quien no ha entrado a valorar las ausencias de Silva y Campos, al entender que tienen autonomía para tomar sus decisiones, que él respeta.

Sobre las razones para acudir, Formoso ha recordado a Touriño. «Esta iniciativa a puxo en marcha o Parlamento en tempos de Dolores Villarino para dar resposta a una demanda cidadán, que era que as admnistracións se coordinaran entre elas; non é tanto vir a rendir contas», ha precisado esta mañana el presidente de la diputación coruñesa.

El presidente Feijoo ya mostró ayer al término del Consello de la Xunta su disconformidad con un proceder que supone hurtar a la ciudadanía información sobre cómo se usa el dinero público. El jefe del ejecutivo gallego, incluso, asumió el error cometido en el pasado por las diputaciones del PP, cuando no comparecieron ante el Parlamento gallego.

«Se acabaron los tiempos de control de la administración local»

A pesar del plantón, Carmela Silva ha avisado a la Xunta de que «se acabaron los tiempos de control de la administración local» y ha manifestado que ella da cuenta de lo que aprueba en su pleno, «igual que el señor Feijoo lo hace en el suyo».

Silva se mostró «sorprendida» con los representantes del PP. «Inmediatamente después de decir que me van a tratar con respeto me insulta y me descalifican», ha censurado la presidenta provincial. Sobre la críticas realizadas a su negativa a comparecer en la Cámara por parte de Feijoo, Carmela Silva ha lamentado «la poca capacidad del PP para entender» que hay un Estado de derecho en España con división de poderes.