Los feligreses morosos a los que el cura de Crecente cerró el cementerio pagan tres euros al año por nicho

c. ponce VIGO / LA VOZ

GALICIA

Carlos Ponce

Algunos afectados decidieron romper en repetidas ocasiones los candados de las dos puertas del camposanto

02 nov 2017 . Actualizado a las 15:27 h.

La decisión del sacerdote de Albeos, parroquia de Crecente, de cerrar con candado el cementerio parroquial en los días previos a Difuntos sigue dando que hablar. El motivo principal de la decisión del párroco es la morosidad de varios de los feligreses, que no pagan las cuotas anuales de mantenimiento y limpieza del camposanto. Esas cuotas son de tres euros al año por cada nicho y de uno por cada cenicero. «Son cantidades que se puede permitir cualquiera», dice Derival Aguiar, un vecino que se posiciona a favor de la decisión tomada por el cura, Luis Manuel González.

Son muchos los feligreses que no pagan sus cuotas. Algunos porque directamente no quieren abonar una tasa, y otros porque viven fuera de Crecente y no saben que tienen que pagar o se olvidan.

El párroco de Albeos, en las sucesivas misas celebradas en los últimos meses, venía solicitando a los vecinos que no se olvidasen de pagar las cuotas. Pero no solo eso, sino que también recordaba que hay muchos ceniceros e incluso nichos que están abiertos y que acumulan una gran cantidad de basura en su interior. Al comprobar que muchos feligreses hicieron oídos sordos a sus reclamaciones, Luis Manuel González tomó una decisión que indignó a buena parte de los vecinos de Albeos: cerrar el cementerio parroquial durante la semana de mayor afluencia del año. Pese a que el cura dijo que el camposanto permanecería cerrado hasta el 3 de noviembre, los vecinos no estaban dispuestos a quedarse de brazos cruzados y a no adecentar las tumbas de sus seres queridos para el día de Difuntos, por lo que decidieron romper en repetidas ocasiones los candados de las dos puertas del cementerio.

La Voz no pudo recoger la versión del párroco, que también ayer declinó hacer declaraciones y explicar su postura. Sin embargo, manifestó por otras vías que cuenta con el apoyo de la mayoría de los feligreses y que es consciente de que el cierre del camposanto llega en la época de más afluencia del año, aunque considera que al cementerio se puede entrar en cualquier otra fecha. El Obispado llegó a calificar la decisión de Luis Manuel González de «pedagógica», con el fin de buscar que los feligreses morosos recapaciten y se pongan al día en el pago de las tasas de mantenimiento de los nichos.