Cierran un cementerio para que no entren los feligreses morosos

carlos ponce CRECENTE / LA VOZ

GALICIA

El cura bloqueó el domingo las puertas, que ayer estaban abiertas

01 nov 2017 . Actualizado a las 13:02 h.

Los vecinos de la parroquia de Albeos, en Crecente, están en pie de guerra contra su párroco. El sacerdote, Luis Manuel González, tomó una decisión el pasado domingo que indignó a la mayoría de los feligreses: cerrar a cal y canto el cementerio parroquial en la semana de mayor afluencia. Tras la misa dominical, el sacerdote ordenó colocar cadenas con candados en las dos puertas del cementerio.

El motivo del cierre, según los vecinos, es que el párroco quiere dar una lección a los feligreses que no pagan las cuotas de mantenimiento del cementerio. «Estas no son formas, lo ha hecho a traición en la época en la que más gente viene al cementerio», lamenta María Rodríguez, una vecina. «Isto non se fai», añade otro feligrés, Adolfo Vázquez.

Los fieles de la parroquia de Crecente pagan una cuota anual para la limpieza del camposanto y las tareas de mantenimiento de nichos y ceniceros. Algunos se niegan y otros, al vivir fuera del municipio, se olvidan de hacerlo.

Otro motivo que llevó al sacerdote a cerrar el camposanto es que varias tumbas y ceniceros están abiertos y acumulan una considerable cantidad de porquería. «Dice que esto no puede ser, que si viene una inspección de Sanidade nos cierran el cementerio», añade María Rodríguez.

El domingo, al anochecer, un candado apareció forzado. Se desconoce quién lo hizo. El sacerdote ordenó volver a bloquear la entrada, provocando la indignación de los vecinos que acudían al camposanto a adecentar las tumbas de sus seres queridos para el día de Difuntos.

El cura no quiso hablar

El martes al mediodía las puertas se volvieron a abrir. Se desconoce si, en esta ocasión, volvieron a ser forzadas o fue decisión del propio párroco. Difícil saber cuál es la versión exacta, pues el sacerdote, ante las preguntas de La Voz de Galicia, declinó hacer ningún tipo de declaraciones ni defender su actuación. El Obispado respeta la postura del párroco y califica su decisión de «pedagógica». Los vecinos temen incluso que Luis Manuel González cancele la tradicional misa de difuntos que está programada para mañana en la iglesia parroquial.

Pese a que hay bastante indignación, algunos vecinos defendían el martes la decisión tomada por el párroco. «Paréceme ben, porque hai moita xente que non paga, mentres eu, por exemplo, pago o que me corresponde. Non me parece xusto», asegura Derival Aguiar, un ciudadano brasileño que lleva siete años viviendo en Albeos.