El décimo encuentro de profesores de la Plataforma Proyecta sirvió para conocer la tecnología que viene, porque en diez años ningún aula será ajena a lo virtual
27 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Un niño dibuja en su tableta una esfera y se convierte en un planeta; otro hace sonar música con frutas; y un grupo de adolescentes prepara un Shazam (la app que identifica las canciones en diez segundos) de autores de la literatura española. Así es el día a día en los colegios más punteros de España y algo así será la cotidianeidad dentro de unos años: la tecnología como una herramienta más para un aprendizaje activo y significativo. Al menos, esta es la conclusión a la que llegaron los profesores participantes en el décimo encuentro InspiraTICs, el espacio de intercambio de experiencias de la Plataforma Proyecta, auspiciada por la Fundación Amancio Ortega y la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre.
En esta ocasión, el taller formativo tuvo lugar en el centro Ágora de A Coruña y estuvo conducido por Javier Bronchalo, investigador y coordinador de proyectos en Finlandia, además de participante en la iniciativa Design for Change. Tres profesores punteros hablaron de su trabajo, ofreciendo consejos y compartiendo éxitos (y algún fracaso). Rubén Molinero, maestro de infantil en el CEIP Balaídos, en Vigo, explicó que incluso los niños más pequeños pueden manejar la tecnología para ponerla al servicio de su creatividad y aprendizaje, y sorprendió a la audiencia con un vídeo realizado por sus alumnos con la técnica de Stop Motion (que convierte en vídeo imágenes tradicionales) o el caso de un aula que consiguió convertir mandarinas en teclas de un oloroso teclado musical.
Begoña Codesal, profesora de primaria en el CEIP Ponte dos Brozos, de Arteixo, enumeró por su parte las ventajas e inconvenientes del uso de las gafas de realidad virtual en clase: hay que controlar el tiempo que pasan con ellas, en un entorno seguro, comenzando por escenas tranquilas y, si es posible, con autorización familiar por escrito. Esta experta en TICs recalcó el valor del juego: «Temos un sistema baseado en retos e con cada reto o rapaz pode ser ninja, rockstar ou gurú», explicó, un truco muy efectivo para que los alumnos se esfuercen en llegar a lo más alto.
Y después del profesor de infantil y de la de primaria, llegó el docente de ESO: Miguel Siquier, de Baleares. Allí enseña Matemáticas y mucho más: sus alumnos realizaron una obra de teatro sobre práctica de trigonometría, construyeron un monolito de cemento orientado al norte (sin usar brújula) y realizaron un vídeo de 25 minutos sobre la proporción áurea, que estrenaron en cines. Ahora están preparando un Shazam para identificar a autores clásicos de las letras castellanas a partir del uso de recursos literarios.
El encuentro InspiraTICs se aprovechó también para entregar los premios del cuarto concurso Proyecta Innovación: Paisaxe vivida. 3D Galician Landscape, del IES Urbano Lugrís de Malpica; Mans de terra. A por la frambuesa!, del CEIP Valle Inclán de O Grove; CRE.AP.CIÓN 4.0, del CEIP Viñagrande de Deiro y del CEP Santa Tegra de Teis; y FP sobre ruedas, del Colegio Hogar Afundación de Vigo. Se encargaron de entregar los diplomas los directores de la Fundación Amancio Ortega, Óscar Ortega, y de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, Francisco Sánchez.
«O mestre ten que estar nese mundo dixital, que é o dos nosos rapaces»
Los profesores se encontraron con una actividad grupal sorpresa, que incluía globos y tertulia. Tenían que decidir cuáles eran los elementos claves para la innovación educativa en el aula. De la tormenta de ideas se extrajeron conclusiones, algunas breves -«creando futuro en nuestro presente»- o algo más largas -«innovar exige un cambio de roles, interdisciplinar y colaborativo en el que se empleen diferentes metodologías»-. Y llegó el debate. Algunos de los referentes de la innovación gallega -como Xacobe de Toro, del IES Urbano Lugrís, uno de los premiados este jueves-, defendieron el uso de las tecnologías en el aula, que para ellos está en pañales y que es muy necesaria: «O mestre ten que estar nese mundo dixital, que é o dos nosos rapaces».