El TSXG apoya a una madre contra un colegio por la atención a su hijo autista

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

PEPA LOSADA

En una sentencia pionera, la familia recibirá 6.000 euros por negligencia del centro

20 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha publicado una sentencia pionera en la que condena a la Xunta a pagar unos 6.000 euros a una familia por el comportamiento negligente de un colegio público de A Coruña en la atención a un menor con autismo. La singularidad del fallo es que se cuantifican los daños que la falta de compromiso de la escuela ocasionó al menor.

También es importante porque lo que resuelve el tribunal -del que es ponente el magistrado Julio César Díaz Casales- es que un centro de atención preferente a niños con necesidades educativas especiales no reaccionase de una manera rápida y eficaz en beneficio del pequeño. De hecho, la clave de la protesta de la familia -que fue rechazada por la consellería en su fase de queja- es que cuando el niño, A., cambió de curso, se encontró con que en su clase ya no estaban sus anteriores tutora y pedagoga terapeuta (PT), por un concurso de traslados, pero, sobre todo, en el aula no se habían colocado los pictogramas que sirven para la comunicación del niño, que tiene una minusvalía del 65 % que le afecta especialmente al lenguaje.

Estos cambios, explica la sentencia, están íntimamente relacionados con lo que ocurrió a continuación, que fueron los «comportamientos disruptivos» del menor y «su entrada en bucle», alterándose constantemente. Para el tribunal, lo ocurrido durante el curso 2013-14, que llevó al niño a tener una baja psiquiátrica de casi dos meses, no puede calificarse de maltrato porque «ningún interés puede tener el centro en perjudicar el proceso formativo del menor», pero «el comportamiento del centro durante ese curso dista de ser el deseable y debe calificarse de negligente». Y lo es «cuando suprimen apoyos visuales que resultan imprescindibles para que al menor le resulten previsibles las tareas» y que además «se utilizaron en cursos anteriores y entendemos también que en los posteriores». Solo ese motivo, recalca el fallo, «resulta suficiente para determinar la estimación del recurso [interpuesto por la familia contra la negativa de la Xunta de aceptar su reclamación económica]».

Aunque en su demanda los padres solicitaban más de 50.000 euros de indemnización, y esta se ha limitado a unos 6.000, consideran que la sentencia -sobre la que cabe recurso de casación ante el Supremo- es una victoria. «El proceso judicial nos ha costado más que la indemnización, pero es un dinero muy bien gastado», explicaba ayer el padre del escolar, J. D. P.

La familia hace especial mención a que la Administración se defendió de las reclamaciones por desatención acusando a la madre del niño de generar tensiones con el centro. Sobre esto, el fallo no deja lugar a dudas: «La atención prestada por la madre [...] puede no resultar cómoda para los profesionales, pero ha de resultarles comprensible».

La Xunta todavía no había recibido ayer la sentencia, por lo que no hay comentarios al respecto.

«Es un impulso a las familias que pelean para que se cumpla la ley», dicen en Asperga

La Asociación Galega de Asperger, Asperga, considera que el fallo es muy positivo y «es un impulso para todas aquellas familias que pelean para que se cumpla la ley». Lo dice Verónica Santiso, directora y psicóloga de la asociación. Explica que «la Xunta tiene un protocolo de actuación en caso de TEA [trastornos del espectro autista] muy interesante, pero que no se implementa, o al menos no siempre». Esa parece la esperanza que genera la sentencia: «Las familias ya no tentemos que estar a expensas del tutor que nos toque», dice J. D. P. Este reconoce que su hijo «ha tenido profesores muy buenos, muy sensibilizados y fantásticos», pero subraya: «No podemos depender de la voluntad del tutor». Como añade Santiso, «a veces sientes que te hacen un favor, y no se trata de eso».