La Xunta estima en 35.500 hectáreas las quemadas en la ola de incendios

La Voz REDACCIÓN

GALICIA

OSCAR CELA

A esta cifra hay que sumarle lo que ya había ardido durante los nueve meses anteriores de este año, 12.600 hectáreas

18 oct 2017 . Actualizado a las 22:28 h.

La Xunta ha ofrecido este miércoles las primeras cifras estimadas de la superficie quemada durante este fin de semana en la ola de incendios que asoló Galicia. La estimación provisional de la que se dispone hasta este momento es de alrededor de 35.500 hectáreas. A esta cifra hay que añadirle las 12.600 hectáreas que ya habían ardido en lo que iba del 2017, lo que supone un total de 48.100 hectáreas. 

Estas cifras son las mayores registradas en Galicia desde la ola de incendios del 2006, donde ardieron en total 95.880,4. Desde entonces el peor año había sido el 2011 (38.168,9 hectáreas), seguido del 2016 (20.788,1), 2013 (18.420,3), 2012 (15.546,5), 2010 (14.545,2), 2015 (11.535,2) y 2009 (10.557,5). 

El año 2014 fue el que menos hectáreas ardieron (1.909,3), seguido del 2007 (3.038,3)  y el 2008 (6.200,7). 

 La situación de los incendios

En Galicia aún sigue habiendo incendios en Galicia este miércoles, aunque la situación ya está controlada. Según el útimo parte facilitado por la consellería de Medio Rural, existen varios ncendios controlados. Están en los concellos de CervantesMonforte de LemosLobios, A Gudiña, Vilar de Barrio, San Cristovo de Cea, BoborásFornelos de Montes, Salceda de Caselas, Nigrán, Salvaterra de Miño, Gondomar, Ponteareas, Mondariz, As Neves, Mos, Baiona y A Guarda. En las últimas horas se han extinguido varios en Salvaterra de Miño, Xunqueira de Espadanedo, Maceda, Esgos, Montederramo, Manzaneda, Negueira de Muñiz, Lobios, Parada de Sil, Paderne de Allariz, Baños de Molgas, Boborás, Piñor, Chandrexa de Queixa y Cotobade

Situación en Asturias

A primera hora de la mañana de este miércoles ocho incendios todavía permanecían activos, aunque controlados, en cinco ayuntamientos asturianos y se espera que gracias a las lluvias y al descenso de las temperaturas los focos activos acaben por apagarse.