Polígonos industriales en llamas y vías cortadas obligaron a parar la producción en sectores estratégicos

La Voz

GALICIA

Los incendios cortaron los principales viales de conexión entre el sur de Galicia y Portugal

17 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La intensa conexión industrial que existe entre el sur de Galicia y Portugal falló durante la tarde del domingo y casi toda la jornada del lunes como consecuencia del fuego, que cortó los principales viales de conexión, especialmente en el lado luso, en donde las consecuencias del fuego están siendo todavía más graves.

El mayor impacto durante las primeras horas lo sufrieron las empresas de automoción y del textil, que cuentan en el país vecino con una fuerte red de proveedores que hacen sus entregas por carretera.

La factoría de PSA en Mangualde (cerca de Lisboa) permaneció parada todo el día, porque se surte en gran parte de piezas procedentes de Galicia y que tampoco pudieron hacer el recorrido inverso por las carreteras lusas.

En el área de Vigo, la planta de PSA, que fue evacuada durante la noche por seguridad para los trabajadores, ya que se encontraba envuelta en una densa humareda, reanudó la producción a las 6 de la mañana, con algunas bajas de personal que, a esas horas, seguía defendiendo sus viviendas de las llamas en parroquias como Coruxo o Valladares.

Esta situación se reprodujo en muchas empresas. La patronal gallega del metal, Asime, cuantificó el absentismo derivado del efecto de los incendios (viviendas afectadas, agotamiento) en un 3 %. «Toda la comprensión y solidaridad con ellos», dijo esta organización.

Proveedores de multinacionales, como la japonesa Denso o la británica GKN, también paralizaron la actividad durante la noche del domingo al lunes por la humareda que envolvía los polígonos industriales de Balaídos y Valladares. En este último, los empresarios de la ciudad del textil, Texvigo, se vieron obligados a acudir a defender sus naves cuerpo a cuerpo con el fuego.

Teresa Pedrosa, delegada del Consorcio de la Zona Franca de Vigo (organismo que gestiona este suelo industrial) dijo que ninguna instalación productiva había resultado dañada.

Muchas empresas amenazadas por las llamas pusieron a salvo su producción sacándola en camiones. El mayor despliegue lo hizo Bimba y Lola, que utilizó tres tráileres.