Quince incendios de nivel dos fuera de control que amenazan a viviendas en Galicia

Agencias / La Voz

GALICIA

16 oct 2017 . Actualizado a las 00:21 h.

Quince puntos en Galicia sufren incendios forestales con situación dos decretada, de riesgo real para núcleos poblados, tras añadir a esta lista los fuegos de Nigrán (Pontevedra), en la parroquia de Parada, y Lobios (Ourense), en la parroquia de Araúxo. La Consellería del Medio Rural ha informado de que a última hora de esta noche los servicios de emergencias decretaron la situación dos en estos lugares.

El incendio de Nigrán, en Parada -junto a Vigo-, se ha saldado con al menos dos fallecidos, mientras que el de Lobios, en la parroquia de Araúxo, se suma a los otros dos fuegos de este municipio, ambos en Río Caldo. Aparte de estos dos fuegos, Lugo tiene en alerta por riesgo para la población los fuegos de Noceda y Donís, en Cervantes, en plena reserva de la biosfera de Os Ancares, donde los vecinos temen perder sus viviendas y dicen estar «rodeados» por las llamas mientras denuncian que faltan medios.

En Ourense viven la situación dos un incendio en San Cristovo de Cea, en Oseira, por proximidad a Pieles; otro en Baños de Molgas, en Betán, por cercanía a Nevoeiro; un tercero en Chandrexa de Queixa, en Chaveán, por proximidad a Vilamaior, en el municipio vecino de Castro Caldelas; y el cuarto en Paderne de Allariz, en la parroquia de Cantoña.

En Pontevedra hay cinco incendios en situación dos, con el de Ponteareas, que empezó en Padróns, como más importante tras extenderse a los municipios de Redondela, Soutomaior y Pazos de Borbén -donde está el riesgo en Nespereira-, con 1.500 hectáreas de superficie. Los fuegos de Salvaterra de Miño, en Pesqueiras, cercano a Castelo; Gondomar, en Morgadáns, próximo a este mismo núcleo; As Neves, parroquia homónima, junto a Paredes; y Baiona, en Baíñas, cercano a esta población; también están en situación de riesgo real para la población.

Hasta 80 nuevos incendios forestales se han registrado en Galicia desde ayer, una alta y virulenta actividad incendiaria en la que la Xunta ve «clara intencionalidade».