Galicia está siendo atacada con una «desmesurada actividad incendiaria»

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Carlos Cortés

La Xunta denuncia una «intensa acción delictiva», con 235 fuegos en lo que va de mes

13 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En doce días de octubre se han producido 235 incendios forestales en Galicia, 123 de ellos en montes de la provincia de Ourense. Son más del doble de los registrados el año pasado en el mismo mes. La cifra supera ampliamente el promedio de los últimos cinco años. Son datos suficientes para mostrar la gravedad de la situación que se está viviendo en los últimos días en los montes gallegos, en especial en las provincias de Ourense y de Lugo, donde se han quemado miles de hectáreas y donde se están destruyendo áreas protegidas y de gran valor. Los investigadores tienen pocas dudas de que esos fuegos son intencionados. El delegado del Gobierno. Santiago Villanueva, revelaba ayer que en un incendio declarado en las últimas horas se detectaron cinco focos distintos de inicio de las llamas: «Es una situación que nos preocupa mucho. Se está cometiendo un atentado contra nuestro patrimonio, contra la herencia que tenemos que dejar a nuestros hijos».

También muestran su preocupación en la Consellería de Medio Rural, donde alertan de que se está viviendo «una desmesurada actividad delictiva incendiaria». Este departamento de la Xunta denuncia «el daño que los incendiarios están causando en nuestro patrimonio forestal, que obliga a intensificar las labores de investigación, prevención y extinción de los fuegos».

En las últimas horas se han transmitido instrucciones a la Guardia Civil, a la Policía Nacional y a la Policía Autonómica para que intensifiquen su labor de vigilancia para conocer las causas de esta oleada incendiaria, «localizar a los responsables de los fuegos y ponerlos a disposición de la Justicia». 

La mayoría empiezan de noche

La mayoría de los incendios forestales se inician de noche, en las horas vetadas a los medios aéreos de extinción, y también en zonas de muy difícil acceso para los equipos de tierra. Fuentes policiales advierten de que de esa forma los incendiarios tratan de causar el mayor daño posible al retrasar al máximo la labor de los servicios de extinción.

Las brigadas forestales cuentan con la ayuda de los especialistas de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que ha sido autorizada para trasladarse a Galicia ante esta grave crisis incendiaria. Junto a esa labor preventiva se ha puesto en marcha una intensa actividad policial en los focos del fuego para buscar pistas que ayuden a localizar a los incendiarios.

Esta misma semana la Guardia Civil detuvo a dos hombres en relación con varios incendios declarados en los últimos días. Uno de los detenidos es un brigadista forestal de 21 años. La Guardia Civil sospecha que plantaba fuegos cuando iba de su casa al trabajo. El juez lo envió a prisión.

Los últimos fuegos están causando un importante daño en espacios de la Red Natura, denuncian fuentes de la Xunta, que añaden que en su mayor parte son incendios en monte raso que están causando «un grave daño para la riqueza forestal de Galicia».

Más de 1.500 hectáreas arrasadas en Ourense y el sur de Lugo

Los medios implicados en la extinción no tienen descanso pues el fuego tampoco lo da y ayer presentó nuevas batallas en Lobios, Vilariño de Conso, Melón y Chandrexa de Queixa

m. rodríguez

La lucha contra los incendios no cesa en la provincia de Ourense. Los medios implicados en la extinción no tienen descanso pues el fuego tampoco lo da y ayer presentó nuevas batallas en Lobios, Vilariño de Conso, Melón o Chandrexa de Queixa, entre otras zonas. Más de mil hectáreas, con cifras conservadoras y provisionales, pues muchos fuegos no están del todo extinguidos, han ardido en la última semana en la provincia. 

Solo en el Xurés se quemaron más de 800 en tres focos, de los cuales la Xunta daba ayer solo uno como activo. No obstante, las brigadas y otros grupos de emergencias siguen trabajando sin parar para poder atender todos los frentes. Ayer, un foco llegó a una casa, una segunda vivienda, en la localidad de Ludeiros, en la parroquia de Manín, y ardió parte de una despensa. Los equipos de extinción se tuvieron que movilizar continuamente durante toda la tarde. El fuego se acercó hasta las fachadas de ocho casas en el municipio, precisaron fuentes locales.

En el Xurés, la Xunta da por estabilizado el incendio de mayor tamaño, que quemó 650 hectáreas, e informó, ayer por la tarde, de que se había controlado un foco menor, con noventa hectáreas ya quemadas, pero que evolucionaba «favorablemente».

En Vilariño de Conso fueron varios los focos que afectaron a zonas altas de montaña en dos parroquias, en Chaguazoso, con más de 300 hectáreas quemadas, seguía activo, y en Fitoiro, con otras siete, se dio por extinguido a la tarde. También en Chandrexa de Queixa, Manzaneda o Laza hubo medios del Ministerio de Medio Ambiente.

El peligro, en forma de humo, estuvo también en Melón, en la autovía A-52, aunque controlado por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, que estableció patrullas para garantizar la seguridad en la carretera y evitar choques por alcance por falta de visibilidad. Se pudo circular, aunque con precaución gracias a la presencia de patrullas de Ourense y de Porriño, que regularon el tráfico en ambos sentidos. Este incendio ya se había iniciado el miércoles. Ayer se acercó a la localidad de Valmourisco.

En Vilar de Barrio quedó controlado ayer por la mañana, según la Xunta, un fuego que afectó a 125 hectáreas. Para apagarlo se movilizaron a veinte brigadas, once agentes, nueve motobombas, ocho helicópteros y dos aviones. En O Carballiño, se controló un fuego de treinta hectáreas en la parroquia de Lobás.

Tampoco el sur de Lugo escapa a esta plaga, con incendios en Folgoso do Courel, con más de 150 hectáreas quemadas ya, y en Chantada, con 55 hectáreas en la parroquia de Esmeriz.