Gonzalo Caballero ganó las primarias en 106 municipios, y Villoslada, en 70

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Pablo Carballo

El vigués no recibió ningún voto en dos centros electorales, y el coruñés, en doce

10 oct 2017 . Actualizado a las 09:42 h.

El secretario general electo del PSdeG-PSOE, Gonzalo Caballero, que deberá aguardar al congreso nacional del 28 de octubre para ser ratificado en el cargo, obtuvo el domingo una victoria incontestable, que tuvo su reflejo en alguno de los municipios en los que se le presuponía más ventaja a su adversario, Juan Díaz Villoslada. De los 182 centros de votación habilitados, casi todos ellos en las agrupaciones socialistas locales, el economista vigués ganó en un total de 106, mientras que el diputado coruñés se anotó 70. En otras seis mesas hubo empates en el número de papeletas. El inesperado revés de Villoslada en la provincia de A Coruña fue decisivo en el desenlace de las primarias.

Gonzalo Caballero se impuso con claridad en las cuatro provincias y en seis de las siete ciudades gallega. Paradójicamente perdió en la suya, en Vigo, donde lleva años enfrentado políticamente al sector oficial liderado por su tío y a la vez alcalde, Abel Caballero. La diferencia no fue holgada -Villoslada obtuvo 283 votos y Caballero, 241-, pero ilustra muy bien uno de los grandes problemas con los que se va a topar el futuro el nuevo secretario general para gestionar la unidad y la integración que anhela para el partido, pues los votos a Villoslada son apoyos aportados por el sector oficial del alcalde.

En la provincia de Pontevedra se instalaron 49 centros electorales. Gonzalo Caballero se impuso en 28, entre ellos A Estrada, Marín, Lalín, Redondela, Pontevedra ciudad y Vilagarcía, mientras Villoslada quedó primero en 19, entre ellos Cangas, O Porriño o Caldas de Reis.

En cuanto a la provincia de A Coruña, la más decisiva en este proceso, pues aporta el 35 % de la militancia socialista, es donde el portavoz parlamentario, Xoaquín Fernández Leiceaga, contaba con más apoyos, que fueron reconducidos hacia Gonzalo Caballero para compensar la posición de mayor debilidad que se puso en evidencia durante la recogida de avales.

Los efectos del pacto

La unión entre Caballero y Leiceaga fue clave para batir al sector mayoritario del PSOE en la provincia, articulado en torno a la dirección provincial de Julio Sacristán y la Diputación presidida por González Formoso. Caballero ganó en las ciudades, pero también en Ames, Arteixo, Cambre, Carballo,, Noia o Ribeira. Ganó incluso en Culleredo, cuyo alcalde, Julio Sacristán, apoyaba a Villoslada, que tuvo muy buenos resultados en Betanzos, Cerceda, Pontedeume, As Pontes y otros concellos donde mantiene gran influencia Formoso.

En Ourense, con 23 centros de votación, Caballero se alzó con 17 y Villoslada con seis, siendo el más significativo de ellos el de Ribadavia. Tanto las zonas de O Barco y Verín como la mayor parte de la ciudad de Ourense, se posicionaron con Caballero, al igual que los municipios más afines a Laura Seara y Pachi Vázquez.

En Lugo, el resultado fue muy equilibrado entre Villoslada, que tenía el apoyo del exsecretario xeral Gómez Besteiro, y Gonzalo Caballero, que se nutrió de sus propios apoyos sanchistas, especialmente en el sur de la provincia, y de los aportados por las tropas de Leiceaga, de Ricardo Varela y de José Blanco. La ciudad de la muralla fue para Caballero, al igual que Foz, Ribadeo, Palas de Rei, Becerreá, Chantada, Burela y Mondoñedo. Villoslada se anotó villas como Viveiro, Monforte, Vilalba y Sarria, donde el besteirismo tiene mejor anclaje

El acuerdo con Leiceaga compensó la posición más débil de Caballero en A Coruña En dos concellos (Antas de Ulla y Láncara, afines a Besteiro), Caballero se alzó con dos roscos, pues no obtuvo ni un solo voto. Por su parte, Villoslada acumuló doce roscos (Valadouro, O Saviñao, Samos, O Incio, Folgoso do Courel, Baralla, Oia, Pontecesures, Salvaterra, Sanxenxo, Dumbría y A Pobra do Caramiñal) y en otros 16 (como Arteixo, Becerreá, Boiro, Cedeira o Ares) solo logró un voto, el de su interventor.

La primera derrota en cuatro años de la cúpula del PSdeG, preludio del cambio en las provincias

Las elecciones primarias celebradas el domingo por los socialistas gallegos supusieron la primera derrota significativa en términos orgánicos del equipo de personas que dirige el PSOE gallego desde que, hace ya cuatro años, el lucense José Ramón Gómez Besteiro se alzó con la secretaría general en las primeras elecciones primarias celebradas en Galicia.

Desde la dirección del PSdeG, Besteiro hilvanó una mayoría gobernante sustentada en las estructuras de poder orgánico e institucional de las provincias de A Coruña y Lugo, con apoyos puntuales en las circunscripciones del sur y con el alcalde de Vigo, Abel Caballero, como aliado en algunas cuestiones. Besteiro dirigió el PSdeG dos años y medio y, a través de la que era su secretaria de organización, Pilar Cancela, mantuvo intacta su influencia otro año y medio más, merced también al respaldo que siempre le dio desde la provincia de A Coruña el alcalde de As Pontes y presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, así como la dirección provincial de Julio Sacristán.

La derrota en estas primarias de Díaz Villoslada, el candidato impulsado en el último momento por la cúpula del PSdeG y que Pilar Cancela se encargó de convertir en el favorito de Pedro Sánchez aprovechando  su interlocución con el líder del PSOE como representante gallega en la ejecutiva federal, es el preludio de nuevos cambios que pueden producirse en cascada.

Direcciones provinciales

De hecho, el congreso de finales de mes debe fijar el calendario para celebrar los congresos provinciales, que, en circunstancias normales, deberían llevarse a cabo entre noviembre y enero. Todas las direcciones provinciales, salvo la de Ourense, salieron mal paradas de las primarias. En A Coruña, donde Julio Sacristán ya anunció que se retiraba, es previsible que el pacto entre Gonzalo Caballero y Leiceaga alumbre algún liderazgo nuevo, al igual que puede ocurrir en Lugo, provincia gobernada por una gestora desde hace dos años, y en Pontevedra, donde el alcalde de Vigo tendrá serias dificultades para revalidar la mayoría territorial que le permitió poner al secretario provincial.

En cuanto a Ourense, el sector afín a Pachi Vázquez entonó el canto del cisne en este proceso, pues emergieron otros liderazgos capaces de aglutinar más que el exlíder del PSdeG.