Los nuevos peajes en la N-I vasca penalizan a los camioneros gallegos

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

XOAN CARLOS GIL

Costarán unos 10 euros, mientras los movimientos locales serán mucho más baratos

28 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La salida hacia Europa de la producción industrial gallega se encarecerá aún más a partir de enero a causa de la implantación de peajes para camiones en la carretera nacional I a su paso por la provincia de Guipúzcoa. A la carencia de profesionales para completar rutas de larga distancia, la creciente competencia de empresas de Europa del Este y el mayor precio del combustible en la comunidad, se suma ahora la implantación de un peaje que al que la Unión Europea ha dado su conformidad, pese a que está ideado para hacer pagar a los transportistas foráneos en mayor medida el mantenimiento de una carretera que es clave para acceder al centro del continente.

Aunque la Diputación de Guipúzcoa había pensado incluso en cobrar exclusivamente a los camiones no matriculados en su provincia, la reglamentación europea no permite esa discriminación en función del origen del usuario del vial. Pero el gobierno foral, formado por el PNV y los socialistas vascos, han decidido establecer un precio reducido para los trayectos locales y mucho más elevado para los camiones que transiten por todo el tramo provincial. El peaje de los tramos cortos costará unos 85 céntimos y todo el recorrido alrededor de 10 euros.

«Por primera vez, todos los camiones foráneos pagarán por los gastos ocasionados en nuestras infraestructuras», señaló el diputado general de Guipúzcoa Markel Olano para explicar la implantación del cobro, que se hará mediante un sistema similar al de las autovías portuguesas de grabación de matrículas y abono mediante dispositivos de telepeaje.

Para evitar la discriminación clara que hubiera supuesto el cobro de peajes solo a camiones de fuera de la provincia, la Diputación foral anuncia la adopción de medidas que permitan revertir en el sector del transporte local lo que gasten en los peajes. Calificado desde el gobierno foral el reglamentar dichas bonificaciones sin reparos de la UE como «el gran reto», se centrarán en la concesión de ayudas para renovar flotas de camiones o construir un centro integral para los transportistas guipuzcoanos.

«Es ilegal»

La puesta en marcha de los peajes para el próximo enero, de los que ya se han colocado dos de los tres pórticos de control (no habrá cabinas de cobro), es considerada desde Galicia como «enteramente ilegal». El presidente de la Federación Empresarial de Transportes de Mercancías por Carretera de Galicia (Fetrans), Antonio Señarís, advierte de esa supuesta ilegalidad «pues la reglamentación europea solo permite el cobro de peajes si hay una vía alternativa, y en el caso de la N-I no la hay», señala.

La importancia de la carretera para el transporte gallego es tal, que Señarís calcula que el 99 % de los camioneros gallegos que se dirigen a Europa desde el sur de Francia circulan por dicho vial.

«Es una competencia desleal y por ella habrá seguro una deslocalización de empresas hacia allí, donde además cuentan con bonificaciones fiscales que hacen aún más atractivo instalarse en el País Vasco», apunta el presidente de Fetrans.

La N-I fue traspasada a la Diputación Foral de Guipúzcoa por el Gobierno central pese a ser un vial de conexión con la frontera, criterio esgrimido sin embargo para negar la titularidad de la autopista del Atlántico en favor de la Xunta de Galicia.

La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) tiene programada una reunión en Madrid la próxima semana para consensuar un frente común para exigir que no se implante el nuevo peaje vasco, al considerar que grava aún más los costes del sector, resta competitividad y se implanta sin otra alternativa viaria gratuita en la zona.

El Comité Nacional del Transporte por Carretera, órgano en el que están presentes la mayoría de las asociaciones del sector de toda España, ya ha presentado un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco pidiendo la paralización de los tres peajes, a la vez que planean movilizaciones para el otoño.