Jacobo Díaz Pineda: «El 20 % de las carreteras convencionales soportan el 94 % del tráfico. Pues ahí tenemos que centrarnos»

José Manuel Pan
j. m. pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El coruñés dirige la Asociación Española de la Carretera

25 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El concepto de carretera segura está cambiando. Lo explica el ingeniero coruñés Jacobo Díaz Pineda, director general de la Asociación Española de la Carretera: «Los factores que funcionaron bien en los últimos años, como los controles de velocidad, de alcoholemia y de cinturón, están dando síntomas de cierto agotamiento, y creemos que hay factores nuevos que tienen que aportar soluciones, y el primero de ellos es la infraestructura, en particular la carretera convencional, donde se producen ocho de cada diez muertes en accidentes de tráfico».

-¿Qué proponen desde su asociación?

-Nosotros no hacemos el típico estudio de identificar tramos de concentración de accidentes. Entendemos que hemos mejorado mucho en seguridad vial en número de muertos y heridos, pero ahora estamos estancados.

-¿Ya no hablan de tramos de concentración de accidentes?

-Hace años había 5.000 muertos en las carreteras y podías identificar zonas con un número anormal de accidentes. Pero las carreteras han ido mejorando poco a poco y los accidentes mortales ya no se concentran con claridad en puntos concretos. Por eso el concepto de tramo de concentración de accidentes pierde consistencia. Ahora cualquier tramo puede estar asociado a un accidente mortal.

-¿Y qué hay que hacer para rebajar las cifras de accidentes mortales?

-Ya no se puede decir que tal cambio de rasante es tramo de accidentes, porque ese cambio de rasante ya no existe. Tenemos 165.000 kilómetros de carreteras convencionales y no podemos actuar sobre todos. Pero sabemos que el 20 % (33.000 kilómetros) soportan el 94 % del tráfico. Pues ahí tenemos que centrarnos.

-¿Qué son las carreteras que perdonan?

-En el concepto de carreteras que perdonan la regla básica es eliminar obstáculos, mejorar visibilidades, tender taludes y proteger los obstáculos si no se pueden suprimir. Se trata de evitar que el coche se salga de la carretera, pero el golpe sea controlado. El objetivo es que si se produce una salida de vía no haya consecuencias graves.