El candidato identificó a sus dos rivales con el inmovilismo y la prórroga de etapas críticas del PSdeG
20 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Renovación y tradición. Esas fueron las dos fórmulas sobre las que Gonzalo Caballero construyó en la noche de ayer el discurso con el que trató de vencer dialécticamente a sus rivales por la secretaría xeral del PSdeG.
Cambio, nueva etapa, bases, militancia y frente contra las baronías en el partido fueron los latigazos reiterados con los que, con un discurso incisivo, Caballero se reclamó como el aglutinador de la demanda de una mayoría de la militancia por cambiar y renovar los modos, fórmulas y planteamientos del PSdeG.
Trató de identificarse más que sus rivales con Pedro Sánchez, pero sin perder acento gallego, tras señalar que lleva más de veinte años con el carné socialista que heredó de su padre, edil en Ponteareas. Reivindicó el legado de Laxe, de Touriño y de Ceferino Díaz, porque aseguró que el futuro solo llegará «cun PSdeG en clave galega e galeguista». Y ante la posibilidad de pactar con otras fuerzas políticas de izquierda, Caballero advirtió: «Somos a esquerda, e o que toca é espallar e facer que prendan as nosas ideas na sociedade». Porque para el más joven de los tres aspirantes a la secretaria xeral, ser la tercera fuerza política de Galicia necesita de una corrección urgente. «Somos vermellos, pero somos tamén verdes», dijo para fijar posición ideológica, pero tras insistir e insistir en que «o que toca agora no PSdeG é renovar e fortalecer o noso proxecto».
A Díaz Villoslada le pinchó varias veces dando a entender que a él y a sus apoyos los ve como los principales rivales, y aunque agradeció a Leiceaga haberle llamado para participar en su programa electoral, recibió del actual portavoz parlamentario su deslegitimación por apostar por un federalismo asimétrico.