Los hospitales avisarán al móvil de familiares al terminar una operación

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

GALICIA

XOAN CARLOS GIL

El Sergas extenderá la experiencia de Vigo, que evita estar en la sala de espera

19 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En las salas de espera de los quirófanos de todos los hospitales se escucha cada dos por tres la misma música: «Los familiares de...». Así es como el personal sanitario avisa a los acompañantes de los pacientes de que la intervención ha finalizado y les informa, a menudo en el propio pasillo, de cómo ha ido.

En el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo se empezó antes del verano a avisar por un mensaje de móvil a un familiar. El acompañante no tiene que estar aguardando a las puertas del quirófano, puede irse a la cafetería o a dar un paseo en la confianza de que le avisarán al móvil y le dará tiempo a acudir para hablar con el cirujano. Ahora ese sistema de avisos se extenderá al resto de los hospitales. «La semana pasada aprobamos llevar este sistema a todos los hospitales de Galicia», confirma el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, que reconoce que todavía hay que entrar en los detalles concretos -en qué hospitales se empezará, en qué servicios y cuándo-, porque la decisión es reciente. Pero el conselleiro asegura que se hará, «porque beneficia a los pacientes y sus familias».

El sistema es sencillo. Al paciente se le ofrece la posibilidad de avisar por el móvil a un acompañante. Si acepta, es el propio personal de quirófano el que envía los mensajes con una aplicación informática. Uno de los textos sirve para avisar de que la intervención ha concluido: «Informámolo de que a cirurxía finalizou e estamos preparando a saída do paciente. Acuda ao punto de información e agarde polo persoal sanitario. Grazas. Hospital Álvaro Cunqueiro», dice. El otro texto se usa cuando una operación tarda más de lo esperado, por el motivo que sea, algo que suele inquietar al familiar que está en la sala de espera: «Para a súa tranquilidade informámolo de que a cirurxía segue en curso. Ao finalizar enviarémoslle unha nova mensaxe. Hospital Álvaro Cunqueiro».

Son mensajes de SMS. Con esta tecnología se esquivan los problemas de cobertura de datos o, incluso, la posibilidad de que el acompañante no use un móvil con conexión a Internet. En el caso de Vigo se está aprovechando el aplicativo que tiene el Sergas para enviar mensajes, por ejemplo los de recordatorio de citas, y se ha desarrollado una aplicación para el personal de quirófano.

En el Cunqueiro se habilitaron dos despachos como puntos de información y se señalizó con pintura en el suelo el circuito para acudir a ellos. De este modo, cuando el familiar recibe el mensaje, ya sabe adónde tiene que acudir y recibe la información en un espacio más íntimo que el pasillo.

Si el paciente no quiere o el familiar no tiene móvil, se vuelve al método tradicional. Es decir, al terminar la cirugía, un profesional sanitario acude a la sala de espera: «Los familiares de...».

La experiencia de Vigo comenzó el verano pasado. Se probó por la inquietud de algunos enfermeros, se corrió la voz en el Álvaro Cunqueiro y se hizo un programa reglado. En marzo se probó de forma piloto en cirugía pediátrica y en mayo se empezó a implantar de manera generalizada.

El Cunqueiro también llevará los mensajes al hospital de día oncológico

Buena parte del éxito del sistema del Hospital Álvaro Cunqueiro, que ahora se va a replicar en el resto de centros de Galicia, se debe al enfermero Daniel Simón. Él es el coordinador del programa, conocido como Avísame. Ayer mismo, el sistema de mensajes se implantó en el área de reanimación. Allí es muy útil porque es una unidad con un horario de visitas muy estricto. Como en los servicios quirúrgicos ya se ha generalizado, en breve está previsto que dé el salto al hospital de día oncológico, adonde los enfermos de cáncer acuden a recibir la quimioterapia.

«Desde que lo dimos a conocer, ahora ya hay muchos pacientes que nos piden directamente que apuntemos el teléfono del familiar, antes de que nosotros se lo ofrezcamos», cuenta. Hay muy poca gente que lo rechaza. Simón explica que suelen ser personas mayores, que dicen que no saben leer mensajes. En alguna ocasión también ha habido algún familiar que dijo que prefería estar en la sala de espera. Y cuenta una anécdota: «La semana pasada, una señora vino a preguntarme dónde era uno de los puntos de información, y le pedí que me enseñase el mensaje. Entonces me dice: “No, es que como les dije que yo no sabía leer los mensajes, me llamaron directamente por teléfono”».

El personal sanitario no tendría tiempo de hacer esa gestión con todos los pacientes, pero la anécdota en sí misma revela que el avisar directamente a los familiares se ha convertido en una excepción.