Feijoo, Herrera y Cifuentes lanzan su alianza para retomar el pulso autonómico tras el 1-O

Juan María Capeáns Garrido
Juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Galicia, Castilla y León y Madrid quieren proteger los intereses del eje noroeste ante el corredor mediterráneo

13 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los unen el cargo, el Partido Popular, la nacional VI y las ganas y la necesidad, a partes iguales, de mirar por los intereses de sus comunidades más allá del 1 de octubre. Los presidentes de Galicia, Madrid y Castilla y León (Alberto Núñez Feijoo, Cristina Cifuentes y Juan Vicente Herrera) sellarán antes de que acabe el año un acuerdo al que califican de alianza estratégica para defender el eje noroeste con algunos contenidos de relevancia y otros algo más etéreos.

Los cimientos de este frente común se fijaron hace poco menos de un año, tras conseguir el PPdeG su tercera mayoría absoluta. En ese primer contacto entre los tres consejeros de Presidencia se anunció en Valladolid la intención decidida de abrir líneas de trabajo conjuntas. Pero si la cumbre se activa justo ahora es porque, de fondo, subyace la voluntad de reconducir la iniciativa política y avanzar en las negociaciones con el Gobierno central sobre la España de las autonomías, que arrancaron con una esperanzadora Conferencia de Presidentes cuyos contenidos, de extraordinaria relevancia para la comunidad gallega, se han ido diluyendo ante el desafío secesionista de Cataluña, que ha dejado en un segundo plano el debate abierto.

Temas de diferente intensidad

La financiación, el gasto sanitario o el reto demográfico hermanan de forma preocupante a Galicia y Castilla y León, que con el apoyo estratégico de Madrid pretenden conformar ahora una entente que compense al corredor mediterráneo, con comunidades con mayor poderío económico y pujanza poblacional desde las que incluso se han cuestionado las inversiones en infraestructuras como el AVE a Galicia, que debería vertebrar las tres comunidades a finales del 2019.

En la cumbre, cuya fecha se anunciará después del 1-O, se hablará de temas genéricos que trascienden a las tres comunidades, como el reparto de fondos por parte del Estado, un asunto clave en el que se pretende influir y marcar la senda, demostrando que «es posible un modelo más justo y solidario poniendo de acuerdo a comunidades con intereses aparentemente diferentes», sostienen desde la Xunta. Pero también bajarán un peldaño de intensidad para abordar la colaboración en materia de cultura, turismo o medio ambiente. Además, se revisarán acuerdos ya existentes a dos bandas, como los que mantienen Galicia y Castilla y León sobre sanidad, y se estudiará la efectividad del programa Ariem, también compartido con Portugal, y que atañe a la gestión de emergencias y del 112. En los contactos previos a la cumbre se incluyeron en la agenda de trabajo otras cuestiones con menos carga política, pero de calado social, como los intercambios de jóvenes durante la campaña de verano o la situación de los empleados públicos y la posibilidad de explorar acuerdos sobre función pública.

La irrupción de Madrid en estos contactos refuerza no solo a Galicia y Castilla y León. Ambas comunidades han alcanzado en los últimos tiempos un gran entendimiento con sus vecinos asturianos y cántabros sobre el problema del envejecimiento, y están de acuerdo en avanzar hacia un reparto de recursos en función del coste efectivo de las prestaciones públicas.