Las buenas prácticas en los buses escolares compartidos puntuarán para optar a contratos

Pablo González
Pablo González REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

La Xunta inicia una ronda de reuniones con las empresas de tranporte para garantizar el funcionamiento de las líneas cuyas plazas vacantes podrán ser usadas por el resto de viajeros

02 sep 2017 . Actualizado a las 18:18 h.

La Xunta ha iniciado una ronda de reuniones con las empresas de transporte para garantizar el correcto funcionamiento de las líneas de transporte escolar compartidas, es decir, aquellas cuyas plazas vacantes podrán ser utilizadas por el resto de los viajeros potenciales. Se trata de que las firmas que resultaron beneficiarias de los contratos de la primera fase del plan de transporte se tomen muy en serio esta experiencia novedosa y delicada, para evitar cualquier incidencia en un asunto tan sensible.

Estas rondas de contactos comenzaron en la provincia de Ourense, el territorio donde se van a abrir al público general más líneas que antes eran exclusivas de los centros educativos. En concreto, esta nueva modalidad de transporte que aumentará el número de paradas en las zonas rurales se aplicará en más de la mitad de las rutas escolares de esta provincia, concretamente en 273 de las 482 existentes.

En el encuentro del viernes participaron los representantes del sector, así como la delegada territorial, Marisol Díaz, el director xeral de Mobilidade de la Consellería de Infraestruturas, Ignacio Maestro, y el secretario xeral técnico de la Consellería de Educación, Jesús Oitavén. Los cargos de la Xunta informaron a las empresas de que la certificación de buenas prácticas en la gestión de los autobuses escolares compartidos -que surgirá de las inspecciones- será tenida en cuenta cuando a finales del 2019 se liciten el resto de las concesiones para completar el mapa de rutas del nuevo plan de transporte. Este encuentro sirvió para coordinar las acciones informativas en los centros y las reuniones con el personal educativo o las asociaciones de padres y madres, así como la distribución de las instrucciones para los acompañantes, que podrán vetar a eventuales viajeros problemáticos.

Rechazo de UGT

Esta medida de la Xunta es para el sector de la enseñanza de UGT una admisión implícita de que el transporte escolar compartido «pode ser unha fonte de conflitos», explicó en un comunicado el secretario de la división de educación de la central, Gerardo Morano. Este sindicato rechaza la iniciativa de la Xunta al considerar que se debería primar «a seguridade» de los alumnos, «mentres que a Administración busca o interese económico». También se preguntan qué pautas guiará la no admisión de determinados viajeros en estos autobuses y sospechan que el aspecto físico del usuario potencial será el único criterio.