La Xunta rescinde el primer contrato de transporte por incumplir las condiciones

Pablo González
Pablo González REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

cedida

La adjudicataria de A Mariña se negó a integrar a 15 trabajadores de la anterior concesión

01 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Xunta está dispuesta a defender con mano dura el acuerdo con los sindicatos Comisiones Obreras y UGT que sirvió para poner fin a la huelga del transporte en Galicia, así como las condiciones de los contratos recientemente adjudicados dentro de la primera fase del nuevo plan de transporte, especialmente aquellas que velan por el mantenimiento de los puestos de trabajo aunque cambien las empresas que se benefician de las concesiones. La comisión de seguimiento del plan, presidida por la conselleira Ethel Vázquez, decidió ayer iniciar el proceso para rescindir el contrato de la concesión de A Mariña, al constatar tras el estudio de la documentación aportada que la unión temporal de empresas Autos Morán-Autocares Rodríguez Domínguez incumplió las cláusulas de subrogación de empleos, al negarse a integrar en su plantilla a 15 trabajadores -mayoritariamente conductores- que realizaban los servicios en esta zona para la anterior concesionaria, Arriva.

Tras el análisis de la documentación aportada por las partes, la consellería atestiguó que la empresa saliente (Arriva) «acreditou de forma correcta que a relación de traballadores a subrogar estaba efectivamente vinculada á concesión de transporte que cambia de titular», precisó la Xunta en un comunicado, donde también destaca que la nueva adjudicataria no cumplió con sus obligaciones de subrogación.

La intención de Infraestruturas es volver a adjudicar el contrato cuanto antes, aunque no queda claro si se hará a través de un nuevo concurso o recaerá en Arriva, la empresa que gestionaba estas líneas antes de que el pasado 8 de agosto se pusieran en marcha las nuevas concesiones. En cualquier caso, el interés de la Xunta es solventar cuanto antes la situación en la que se encuentran los trabajadores, que se quedaron sin empleo y en una situación de limbo laboral. Los sindicatos presentes en la comisión de seguimiento, UGT y Comisiones, instaron a la Xunta a resolver cuanto antes este problema y a hacer valer el acuerdo que blinda las condiciones laborales de los trabajadores sea cual sea la empresa beneficiaria de la concesión. Otros problemas de subrogación detectados en O Carballiño y A Limia se resolvieron con acuerdos entre las empresas afectadas.

El Gobierno gallego apuesta por la solución más rápida posible, pero siempre siguiendo las recomendaciones de los servicios jurídicos. «Non se pode consentir que ningunha empresa incumpra as condicións que fixan os pregos dun contrato coa Administración Pública, porque cos dereitos laborais non se xoga», aseguró ayer Ethel Vázquez.

Dieciocho líneas

El contrato que se pretende readjudicar incluye 18 líneas, tres de transporte regular y el resto de autobuses escolares compartidos. Por el momento, la actual adjudicataria seguirá prestando el servicio hasta que se resuelva la nueva adjudicación. Entre las rutas afectadas se encuentra la línea Viveiro-Ribadeo, que es crucial para la movilidad de esta comarca, donde el tren de vía estrecha no es en absoluto competitivo. Además, en los últimos meses se están registrando numerosos retrasos e incidencias debido al abandono de la línea.

El BNG se pregunta qué criterios guiarán a los cuidadores de los buses escolares para vetar usuarios

El BNG, en línea con parte de las empresas del sector, insiste en que el nuevo plan de transporte diseñado por la Xunta es una «chapuza» y augura que los problemas se agravarán cuando el próximo día 11 empiece el curso escolar y se pongan en marcha las primeras experiencias de autobuses escolares compartidos, es decir, abiertos a todos los usuarios. El diputado nacionalista Luís Bará expresó sus dudas sobre la instrucción remitida por la Xunta a las empresas para otorgar a los cuidadores un poder de veto sobre determinadas personas -usuarios adultos- que puedan resultar problemáticas para los menores durante el trayecto a los colegios. Bará se preguntó qué criterios se emplearán para impedir el acceso a estos usuarios. La Xunta, por su parte, explicó que los autobuses compartidos circularán principalmente por zonas rurales donde la mayor parte de los usuarios serán vecinos o incluso familiares de los estudiantes, al tiempo que defendía la circular «por puro sentido común» para eventuales incidencias que en estos entornos van a ser muy limitadas.

El BNG, por contra, considera «un despropósito» mezclar a los escolares con los usuarios del transporte regular, y anuncia que emprenderá una «campaña informativa» con las asociaciones de padres y madres, así como en los ayuntamientos de las comarcas más afectadas por el cambio de modelo de transporte. También anuncian una batería de propuestas parlamentarias para obtener información sobre la adjudicación de los contratos.

Lugo tiene el billete más barato de España y A Coruña supera la media

Lugo es la ciudad con el autobús urbano más barato de España, según un estudio elaborado por Facua-Consumidores en Acción en el que se analizan los precios del transporte público de 38 localidades. De las ciudades analizadas, la capital lucense es la que tiene el precio más bajo en los viajes en autobús urbano, tanto en el sencillo (0,64 euros) como en tarjeta-bono (0,45 euros). Por su parte, en A Coruña, la otra ciudad gallega que se incluye en el estudio, un billete sencillo cuesta 1,30 euros, mientras que el precio del viaje con transbordo con tarjeta bonobús se sitúa en 0,85 euros. Las diferencias en las tarifas de los autobuses urbanos alcanzan el 245 %, según este análisis, con un precio medio de 0,79 euros si se utiliza un bonobús o tarjeta recargable con transbordo (el que ofrecen la gran mayoría), un céntimo más que en el 2016.