Hosteleros gallegos confirman el pico en el mercado laboral; han adelantado las contrataciones para evitar problemas
01 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Los hosteleros gallegos lo tiene claro: la temporada alta ya no empieza en verano. Lo hace antes, en Semana Santa. Y algunos aseguran haber tenido dificultades para encontrar camareros en agosto. En Santiago, Suso Pais, del café bar Literarios, en A Quintana, dice que la clave está en la duración. «Hai uns 15 anos, a temporada alta era xullo e agosto, mentres que ultimamente vai dende Semana Santa ata outubro», y esta circunstancia permite que los hosteleros puedan «ampliar os contratos máis tempo». Pais lo ve muy claro: «Máis turistas, máis traballo e mellores contratos», aunque reconoce que en el sector la mayor parte del empleo sigue siendo temporal. En su opinión, no hay más contrataciones porque «non é fácil conseguir camareiros».
En A Mariña a principios de verano varios hosteleros mostraban su preocupación ante la dificultad para cubrir las plazas ofrecidas. Al final, lograron contratar al personal necesario para ofrecer los servicios que querían, «aunque no es que salgan de las esquinas».
Ahora la temporada alta empieza en Semana Santa y termina en el mes de octubre ¿Auge de contrataciones o mercado de traspasos? Según Antón Sáez, presidente de la Asociación de Hosteleros de La Marina de A Coruña, el despegue del empleo se sustenta en el apogeo turístico y la consiguiente apertura de nuevos negocios, muchos de ellos procedentes de una bolsa de establecimientos con el cartel «Se traspasa» que han ido nutriendo proyectos fallidos. «Ahora mismo la competencia es dura, hay gente haciendo las cosas muy bien y la moda de abrir un local que antes duraba dos años ahora solo aguanta seis meses. El negocio que no es rentable se traspasa, cambia de gerencia y el cliente a lo mejor ni se entera», explica Sáez. «Lo bueno es que aquí el buen profesional nunca está en paro», subraya este empresario, que observa dificultades para encontrar trabajadores de refuerzo a mitad de temporada. «Si resuelves al principio no tienes problemas, pero si esperas a junio o julio...».
Buscando hasta el agosto
Lo mismo sucede en Sanxenxo. Allí, donde se han batido récords de afluencia de turistas en los meses de julio y agosto, la contratación de personal para el sector turístico se adelantó a la primavera ante la previsión de un elevado número de visitantes. Sirvió en este caso como referente el buen resultado de la Semana Santa. Y muchos locales apuraron las contrataciones para evitar encontrarse después con problemas para hallar cocineros, camareros o auxiliares de cocina, como ya les había ocurrido en el 2016. La previsión evitó en buena medida que se repitieran las dificultades del verano pasado, aunque siguió habiendo una larga lista de plazas vacantes hasta bien entrado agosto.
Vigo y su área siguen la misma tendencia. El número de camareros contratados respecto a otros años ha aumentado considerablemente, pero los hosteleros se han encontrado con serios problemas para localizar candidatos. «La contratación ha sido mayor que otros años, es una tendencia general», asegura Ángel Ríos, el encargado del Marina Cíes Beach Club. El verano pasado, el establecimiento contaba con unos 50 empleados, mientras que ahora hay en plantilla 84. Alrededor de treinta de ellos firmaron contratos temporales al inicio del verano. La mayoría de quienes llegan en la temporada estival son estudiantes que no buscan un empleo fijo, por lo que al final del verano se van. La gerencia ha tenido problemas para encontrar candidatos que quisiesen trabajar en el local. Ríos lo achaca a la «falta de formación en hostelería y a la cantidad de horas».
En la misma línea se pronuncia Dolores San Román, la propietaria de la tapería A Coura, en Praia América: «Este verano dos camareros solo aguantaron trabajando 15 días, decían que eran muchas horas. Yo lo que creo es que hay muy pocas ganas de trabajar». También se ha visto obligada a ampliar la plantilla.
Con información de Marga Mosteiro, Iván Díaz, Montse Carneiro, Marcos Gago y Carlos Ponce.
