«Duerme en el coche para no coger enfermedades en la casa okupada»

B. Capelán A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

Tras dos años conviviendo con una familia de okupas, a los vecinos de la calle Agra dos Mallos de A Coruña ya poco les sorprende

01 sep 2017 . Actualizado a las 11:33 h.

Tras dos años conviviendo con una familia de okupas, a los vecinos de la calle Agra dos Mallos de A Coruña ya nada, o poco, les sorprende. Una familia formada por un matrimonio de avanzada edad, dos hijos y una hija y su pareja rompieron hace dos veranos el precinto policial de una vieja casa ruinosa donde antaño se asentaba el poblado de A Sardiñeira. Desde entonces, no han dejado de acumular «chatarra y porquería en la entrada», además de que «hacen sus necesidades por todos lados, ya que no tienen baño».

Desde hace una semana, hay a la puerta del inmueble un vehículo ocupado por las noches. «El señor mayor duerme en el coche. Dice que es para no coger ninguna enfermedad dentro de la casa, que es una auténtica pocilga», señala uno de los vecinos. Se trata del último episodio de un caso que continuará de actualidad, pues el Ayuntamiento coruñés ha accedido a reunirse con los residentes afectados para tratar el tema. «Nos ha citado Servicios Sociales el 7 de septiembre. Llevábamos dos años llamando, pero ojalá sea un encuentro útil, aunque sabemos que esto no es Arteixo», afirma el mismo vecino, señalando que el municipio limítrofe está intercediendo en el caso de Meicende destapado esta semana, que terminó en el desalojo voluntario de la casa ocupada.

Hace dos semanas se redujo a la mitad el número de residentes en la vieja vivienda de una planta del Agra dos Mallos. «La mujer del anciano se marchó con una hija que tienen en común, y con su pareja. Según me han dicho, se han ido a un refugio», afirma el vecino. El hombre, tras la marcha de su mujer, «está desesperado» y afirma que «necesita que vuelvan».