Las ciudades gallegas inician la protección de las zonas peatonales que aún no lo están

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

El grueso de las medidas se adoptarán el mes que viene tras las juntas locales de seguridad

30 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque la mayoría de las grandes ciudades están todavía a la espera de celebrar juntas locales de seguridad para tomar las decisiones pertinentes, algunas ya han adoptado medidas como consecuencia de los atentados de Barcelona y Cambrils. La que más rápido ha actuado es Santiago de Compostela, donde hace varios días que fueron colocados una serie de bolardos y maceteros en la rúa de San Francisco, la única que permite un acceso en coche a la praza do Obradoiro. Estos efectos han sido distribuidos de manera que puedan regular el tráfico de entrada y salida y, al mismo tiempo, evitar que cualquier vehículo pudiera circular en zigzag.

PACO RODRÍGUEZ

Los bolardos son la medida que más están barajando y utilizando los concellos, especialmente porque algunos ya los habían instalado con el fin de proteger sus zonas peatonales de la circulación, de manera que una acción prevista para garantizar la tranquilidad de los peatones se convierte ahora también en una medida antiterrorista. Muchos de estos bolardos son dinámicos, de manera que pueden permitir la circulación o bloquearla. En Santiago, donde también han sido instalados protegiendo la zona de terrazas de Porta Faxeira, estudian sustituir los fijos por otros electrónicos, aunque la medida tendría un precio de 130.000 euros.

El coste de las protecciones más onerosas es otro de los puntos que estudian las corporaciones. El edil de Seguridad Ciudadana de Culleredo se expresó ayer en ese sentido. En ese concello han preparado unas vallas sujetas con grandes bloques de hormigón que desplazan a los actos donde prevén grandes concentraciones, como en el feirón de Acea de Ama. Para mejorar estos sistemas, señaló, los concellos deberían recibir ayudas económicas que permitan unas medidas más adecuadas.

MARCOS MÍGUEZ

A Coruña y Vigo

En las dos ciudades más importantes de Galicia, Vigo y A Coruña, no se adoptarán decisiones hasta que no se reúna la junta local de seguridad. En Vigo está previsto que se celebre en septiembre. El alcalde, Abel Caballero, declinó ayer pronunciarse sobre qué ideas maneja el concello. En A Coruña, la junta será también en septiembre. El concello está pendiente de instrucciones. «No momento no que haxa instrucións concretas sobre elementos fixos de protección, valoraranse, como o resto de medidas que se trasladen, no foro axeitado».

Curiosamente, algunos ayuntamientos que ya tenían bolardos para proteger de la circulación sus cascos históricos debatían en los últimos meses sobre la posibilidad de retirarlos por otras medidas como cámaras de seguridad y multas para los infractores: «Hai que contemplar nun momento dado, se así se require, todo tipo de instalacións que poidan manter un maior nivel de seguridade nas nosas cidades, pero aquí o debate ata este momento está sendo o contrario, a eliminación dos bolardos do casco histórico», manifestó ayer el alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, que también reclamó más medios para implementar las medidas de seguridad que, en cualquier caso, deben ser debatidas de forma serena y sosegada en la junta local de seguridad, según dijo.

San Froilán

Lugo esperará también a la junta local de seguridad para estudiar cómo mejorar la protección. Sin embargo, ayer mismo, el subdelegado del Gobierno, Ramón Carballo, ya anunció que van a estudiar la colocación de bolardos y de elementos disuasorios en las zonas más concurridas del próximo San Froilán, del 4 al 12 de octubre.

OSCAR VíFER

Pontevedra, una ciudad eminentemente peatonal, no tiene convocada ni siquiera la junta de seguridad para la Feira Franca, que se celebra este fin de semana. Lo que prepara el concello son vías de penetración y evacuación libres para los servicios de emergencia. Más que poner obstáculos, suprimirán los que hay. Al menos este fin de semana. Ferrol es otra ciudad que, de momento, no ha convocado la junta de seguridad.

Más allá de las principales ciudades, bastantes villas sí han adoptado medidas extraordinarias, sobre todo para proteger eventos como fiestas y ferias en las que preveían grandes aglomeraciones. Ocurrió en la Feira do Albariño de Cambados. Otro recurso habitual que se ha utilizado profusamente en Galicia en las últimas semanas es cruzar vehículos policiales en el acceso a zonas con aglomeraciones.

PEPA LOSADA

En Viveiro, Durante el último Resurrection Fest, el concello colocó sacos de arena para proteger de un eventual atentado a los asistentes al festival de música. Aún no se habían producido los atentados de Barcelona, pero la preocupación era latente. Se trata de una solución provisional para aglomeraciones puntuales. 

Esta información ha sido realizada con la aportación de las delegaciones de La Voz.