Rajoy: «Fuimos a dar apoyo y las afrentas de algunos no las hemos escuchado»

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro COTOBADE / LA VOZ

GALICIA

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El presidente del Gobierno se declara orgulloso de haber estado en la manifestación de Barcelona y insiste en pedir unidad frente al terrorismo en el acto de apertura del curso político

27 ago 2017 . Actualizado a las 23:47 h.

 A punto estuvo el Partido Popular de cancelar este año su ya tradicional acto de apertura del curso político. La manifestación contra el terrorismo de Barcelona obligó a mover la cita gallega del sábado al domingo para que Mariano Rajoy pudiera estar presente en la carballeira de San Xusto, en el municipio pontevedrés de Cerdedo-Cotobade. A su llegada, se recogió unos minutos en la capilla como encomendándose a los santos Xusto y Pastor para afrontar la agenda que tiene por delante. A la salida, tuvo palabras de aliento para las familias de 38 nacionalidades distintas, dijo, que sufrieron directamente los atentados de Cataluña. Y también le reservó un mensaje al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, al que emplazó a ocuparse de lo realmente importante y a renunciar «a sus planes de ruptura, de división y de radicalidad».

Algo más de 600 personas acompañaron a los presidentes del Gobierno y de la Xunta en el acto campestre que ha servido de pistoletazo de salida al nuevo curso político, marcado completamente por la actualidad catalana, tanto por los atentados cometidos por la célula yihadista como por la hoja de ruta independentista con la que Puigdemont aseguró que seguiría adelante.

El acto vino precedido de la manifestación de Barcelona y la polémica desatada por los abucheos de que fue objeto tanto Mariano Rajoy como el Rey Felipe VI por parte de grupos independentistas y antisistema. El jefe del Gobierno se refirió a este asunto remarcando que «estuvimos donde teníamos que estar», que es dándole el apoyo a las víctimas junto con «todos los catalanes sensatos, moderados y respetuosos». Y añadió que «el resto de los españoles», como es su caso, han acudido a la concentración «a darle nuestro apoyo y nuestra solidaridad, y las afrentas de algunos no las hemos escuchado», esgrimió.

Con esas palabras pasó Rajoy la página del incidente de los abucheos y dirigió su intervención a reclamar la unidad de todos los demócratas frente al terror. «Nadie ha logrado vencer al terrorismo solo, desunidos», enfatizó el presidente del Gobierno, antes de insistir en que «el mayor favor que le podemos hacer a los terroristas son las fisuras entre nosotros»

Lavandeira jr | EFE

Más allá de siglas y de ideologías, Rajoy dijo que seguirá «trabajando» en favor de la unidad frente al terrorismo, pues considera que los españoles, «voten a quien voten», no entenderían «que no estemos juntos» en esta tarea. Y más allá del dolor que causa lo ocurrido en Cataluña y otras ciudades de Europa, Rajoy también le exigió «determinación» a los políticos, un propósito con el que él mismo acudirá hoy a la cumbre que mantendrá en París con la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, para reforzar la cooperación europea frente a la amenaza yihadista.

Dedicarse a lo fundamental

Pero Rajoy también se detuvo en el segundo asunto que capitalizó el acto de la carballeira de San Xusto: los planes independentistas del Gobierno catalán. Puso de relieve que España «no se puede parar» por lo ocurrido en Barcelona, aunque, a su juicio, lo que debería suceder es que «algunas polémicas rancias» pasaran al olvido para poder dedicarse «a lo fundamental». De un modo más directo, Mariano Rajoy explicó que le gustaría que «algunos responsables políticos», en alusión a Puigdemont y sus socios de la Generalitat, «renunciaran a sus planes de ruptura, de división y de radicalidad».

Aclaró que es un objetivo que no está en sus manos, pero sí advirtió que su responsabilidad es «defender la soberanía nacional», la Constitución y el Estado catalán. «Y no os quepa la menor duda -arguyó el presidente- de que así lo hará el Gobierno de España. Ninguna».

El PP presume de la buena marcha de la economía y pide más diálogo a la oposición

El Partido Popular convirtió la carballeira de San Xusto, en Cerdedo-Cotobade, en una especie de escenario desde el que exhibir su fortaleza como partido, acudiendo al símil de los robles centenarios, pero también para presumir de «las cosas que son buenas para España», como dijo Rajoy, en alusión a la buena marcha de los indicadores económicos.

El presidente del Gobierno buscó en las cifras de empleo un dato para poner de relieve la mejora de la economía del país. Dijo que ahora mismo había 660.000 parados menos en España en relación con el acto de apertura del curso político del año pasado, que tuvo el mismo escenario.

Con contención en el tono, pero también con indisimulada satisfacción, Rajoy dijo que España crece ahora más que Alemania, Francia o Italia, y que el Gobierno no solo mantendrá su objetivo de que en el 2020 haya 20 millones de empleados en España, frente a los 18,5 millones actuales, sino que se adelantará dicho compromiso al 2019.

Tampoco pasó por alto Rajoy que en el curso político que ahora se inicia tocará hablar de presupuestos, para cuya aprobación el PP no dispone de la mayoría suficiente sin contar con el apoyo de otras fuerzas. Por esa razón dijo que le gustaría que la oposición «escuchara nuestras propuestas, y nosotros las suyas» para sacar adelante las cuentas y poder hablar de retos de futuro, como el mantenimiento del Estado de bienestar, la sanidad pública o el sistema de pensiones.

Lavandeira jr | EFE

Feijoo receta más «política á galega»

El presidente de la Xunta elogia el estilo de Rajoy de «hablar poco y trabajar mucho»

d. sampedro

Estaba la merluza, la empanada y también el polbo á galega, con o sin cachelos. Y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, añadió ayer al catálogo la «política á galega», una forma muy particular de hacer y de gobernar, cuyo ingrediente principal consiste en «hablar poco y trabajar mucho». El líder del PPdeG desgranó la receta en el acto de apertura del curso político celebrado por su partido en la carballeira de San Xusto, en Cerdedo-Cotobade, y todo para hacerle un guiño a Mariano Rajoy al considerarlo «el mejor embajador» de este modo de gobernar.

En una intervención en la que alternó el gallego y el castellano, Feijoo agradeció la nueva mayoría absoluta que le dieron los gallegos en las urnas, un gesto que le valió para poner en valor la «garantía de estabilidade política» que tiene la comunidad gallega en relación al resto. «Dixemos que a parálise se mantería lonxe, e cumprimos; dixemos que non habería leas, e cumprimos», insistió Feijoo, para destacar los valores que van parejos a una mayoría absoluta.

Y es que el mandatario autonómico considera que si algo quedó claro en las últimas elecciones es que los gallegos «rexeitamos a política espectáculo e preferimos a política útil». Acudió al estereotipo de la escalera y la indecisión del gallego, arguyendo que se ha demostrado una vez más que «hai un pobo que si sabe o que quere, e ese é Galicia».

Es más, habló de esa «política á galega», que tendría a Rajoy como «mellor embaixador» y que consiste en no solo en hablar poco y trabajar mucho, sino que significa también «lealtad» con el resto de España y «pensar menos en los votos de mañana» y más en los empleos que se crearán en los próximos años.

Feijoo siguió tirando de la receta para poner en valor el modelo de «éxito» impulsado por el Partido Popular en Galicia y en el conjunto de España. Su intervención también estuvo trufada de constantes alusiones a Cataluña, para mostrar su cercanía con el sufrimiento de las víctimas del terrorismo y reclamar unidad.

«Terra acolledora»

Y no pasó por alto Feijoo los incidentes contra el turismo que se produjeron este verano en Barcelona o Mallorca. Si Mariano Rajoy los condenó abiertamente porque pueden dañar una industria importante para España, que da empleo directo a más de dos millones de personas, Feijoo se esforzo en contraponer a la turismofobia el modelo gallego, «terra acolledora», dijo, a la que peregrinan turistas desde hace cientos de años. «Os turistas son sempre benvidos a Galicia, que saiban que aquí teñen un pobo amable a acolledor», zanjó.