«Non vai ser fácil borrar a imaxe da pequena cos ollos abertos baixo a auga»

La Voz VIVEIRO / LA VOZ

GALICIA

PEPA LOSADA

El socorrista Borja Melo rescató a dos niñas de 4 y 6 años que estaban a punto de ahogarse en una playa de Burela

22 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Sigo recuperándome do susto. Levo moitos anos dedicándome a isto, pero non vai ser fácil borrar a imaxe da pequena cos ollos abertos baixo a auga. Foi moi duro». Con esas palabras describe el socorrista Borja Melo lo que vivió el pasado domingo cuando salvó a dos niñas de 4 y 6 años a las que arrastraba el mar en O Portelo, la playa urbana de Burela. Las olas se las llevaron juntas, pero las corrientes las separaron. El socorrista alcanzó primero a la que tenía más cerca, le dejó su flotador de rescate y le pidió que le esperase. Cuando fue a por la más pequeña vio cómo se hundía, por lo que se sumergió, la sacó del fondo y al salir a flote ella volvió a respirar. Con la de 4 años agarrada fuertemente a su cuello, la llevó al lado de la otra menor y nadó con las dos hasta la orilla.

Borja Melo, que lleva diez años vigilando las playas, se enfrentó a uno de los rescates «máis impactantes» de su carrera. «Levo uns 15 rescates na praia da Marosa e dous na praia do Portelo. O que máis me impactou de todos foi o que sucedeu este domingo. Fisicamente, o máis difícil ocorreu hai anos, cando tiven que socorrer a un rapaz duns 15 anos nunha zona da Marosa moi complicada. Por sorte, nunca tiven que facer un RCP nin empregar o desfibrilador co que contamos», explica, según informa Sara Gil.

Las dos niñas rescatadas son vecinas de Burela. Habían ido a la playa urbana con unas primas de unos doce años. En O Portelo ondeaba la bandera amarilla. Jugaban en la orilla cuando las olas las arrastraron mar adentro, hasta donde no podían mantenerse en pie. Al ver que seguían alejándose de la orilla, Borja Melo se lanzó al mar. A la niña de 6 años la alcanzó a unos veinte metros de la playa, y tras dejarla agarrada a su flotador de rescate, fue a por la de 4 años, que estaba a unos diez metros de distancia.

Con su flotador de rescate y las dos pequeñas, recorrió nadando los cerca de veinticinco metros que los separaban de la orilla. Al dejarlas en la arena, las niñas no paraban de gritar y llorar. «Cando tes que facer o rescate, non pensas en nada; méteste na auga, nadas, buceas, colles forza e fas todo o mellor que podes», asegura.