Falsificaciones que burlan el control de la central de reservas para entrar en las Cíes

Luis Carlos Llera Llorente
Luis Carlos Llera VIGO / LA VOZ

GALICIA

Xoán Carlos Gil

Vigilantes chequearon las entradas en el muelle de Rodas. Las navieras habían sido advertidas la víspera

22 ago 2017 . Actualizado a las 10:44 h.

En Cíes solo pueden entrar 2.200 personas al día, sin contar las 800 que puede haber en el cámping de las islas. Para no sobrepasar ese cupo máximo de viajeros, la Xunta puso en marcha una central de reservas. Las navieras acceden informáticamente a la misma para la emisión de los billetes. Tienen que facilitar el DNI de los que van a viajar a las islas con nombres y apellidos y quedan registrados en unos códigos QR que facilitan los datos del usuario.

La Xunta dice que se imprimen más billetes de los registrados. «Se trata de falsificaciones», señalan fuentes de la consellería. El día 3 de agosto, la Administración detectó un «exceso de cupo» de unas dos mil personas. Y el 5, otro incumplimiento similar. El sábado 19 fue el tercero y por ello se incoaron expedientes sancionadores a las navieras. No solo eso, además «se les avisó por correo electrónico y por WhatsApp» de que no se iba a permitir que el domingo desembarcasen más personas que las que establece el cupo, señalaba este lunes Ana María Díaz López, directora xeral de Patrimonio Natural, para explicar la actuación de la Xunta el pasado domingo impidiendo el desembarco de cuatro barcos llenos de viajeros. Se quedaron con las ganas de pisar las islas y tuvieron que regresar a tierra, donde treinta pasajeros de uno de los ferris se amotinaron dos horas y media.

Los vigilantes del parque nacional de las Illas Atlánticas contabilizan cada día a pie de muelle, en Rodas, las llegadas y desde principios de agosto han detectado excesos. Además de las razones ambientales, la Xunta impidió el domingo el desembarco de 2.000 personas en Cíes «por la seguridad» de los propios visitantes a las islas, según recalcó la directora xeral.

Desde el año 1994 está en vigor un límite de 2.200 viajeros diarios a los que se suman los 800 del cámping. En el año 2014 se cuestionó el buen estado del paraje natural y la Xunta se planteó reducir las cuotas a 2.000 visitantes al día. Finalmente no se ejecutó esta restricción.

La directora xeral asegura que las navieras «conocían la norma y apelamos a su responsabilidad, pero esa responsabilidad no fue recíproca».

Fuentes de las navieras explicaron este lunes que ellos emiten billetes «hasta que el sistema informático nos deja. Cuando se llega al cupo te dice que la isla está llena y no te deja emitir más tiques». «No sabemos qué ha pasado. Quizá ha fallado el programa de la central de reservas...», alegaban. El año pasado ya se produjeron problemas de sobreventa. La Xunta abrió durante el verano del 2016 cinco expedientes a diferentes navieras y tramitó multas por un valor de 30.000 euros.

El colectivo ecologista Luita Verde aplaudió este lunes la actuación de la Xunta y recordó que las islas Cíes no pueden masificarse ni convertirse «nun parque de atraccións».

La Xunta tiene seis meses para resolver los expedientes y promete «contundencia»

La Xunta ha tramitado en lo que va de año 26 expedientes sancionadores contra las navieras, buena parte de ellos por sobrepasar los cupos de entradas en las islas Cíes, atentando contra la buena conservación de un entorno protegido. Cinco de las seis empresas que operan han sido sancionadas.

La Administración gallega ha prometido ser «contundente» dada la «reincidencia» de las empresas. Ante la reiteración de los incumplimientos, la Consellería de Medio Ambiente va a aplicar el régimen sancionador «con toda su fuerza y hasta sus ultimas consecuencias», según dijo este lunes la directora Xeral, Ana María Díaz, quien puso de relieve que las navieras tienen derecho a defenderse. La ley permite imponer sanciones que van de 3.000 a 200.000 euros por infracciones graves.

«La consellería va a ser absolutamente contundente por la reincidencia de personas irresponsables que están dañando la imagen de Galicia y de un turismo sostenible y que han provocado que más de dos mil personas no puedan visitar el parque y han comprometido la seguridad de las personas», aseguró Díaz. Los expedientes tienen seis meses para resolverse, pero son susceptibles de recurso administrativo y de contenciosos después de ese período de tiempo, por lo que el proceso se puede alargar.