El PSOE ourensano está fundamentalmente posicionado en dos bandos, el de aquellos que dieron continuidad al proyecto político de Pachi Vázquez y el del resto. A cada proceso interno, unos se alineaban con un candidato y otros, con el otro, pero la actual batalla por el liderazgo del PSdeG desconcierta a quienes estaban acostumbrados a ese modelo.
Los pachistas perdieron cuando apoyaron a Méndez Romeu en lugar de a Xoaquín Fernández Leiceaga para la candidatura socialista a la presidencia de la Xunta y volvieron a salir derrotados cuando respaldaron a Susana Díaz en vez de a Pedro Sánchez para la secretaría general del PSOE. En este nuevo proceso, ninguno de los tres precandidatos que hasta ahora se han postulado para liderar el PSdeG gusta a ese sector del partido, que representa a un 40 % de la militancia ourensana.
Tampoco el heterogéneo grupo de no pachistas -a los que solo el apoyo a Pedro Sánchez logró aglutinar con firmeza- lo tiene claro. Quienes en su día apoyaron a Leiceaga tienen ahora un abanico más amplio para elegir. Hasta hace unas semanas trabajaron unidos para derrotar a Susana Díaz y ahora se verán en trincheras diferentes: unos apoyando al actual portavoz parlamentario, otros a Gonzalo Caballero y otros a Juan Díaz Villoslada.
Si no fuera porque este último desarrolló toda su carrera profesional y política fuera de la provincia, sus orígenes ourensanos podrían ser claves. Ayer el diputado por A Coruña visitó la provincia y recordó que fue donde nació.