La Xunta dice que no tiene competencia para gestionar las visitas a Meirás

JUAN TORREIRO A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

Invita al Concello de Sada a negociar con la familia Franco, propietaria del pazo

15 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El departamento de Patrimonio de la Xunta estuvo pendiente del desarrollo del pleno extraordinario de Sada del pasado sábado, en el que este concello coruñés aprobó una petición para hacerse con el control de las visitas al pazo de Meirás, ahora en manos de la Fundación Franco. Pero la Xunta ya tenía claro que no tiene «competencias» en la gestión de las visitas al pazo, y asegura que solo vela para que se cumplan los cuatro días al mes de apertura al público.

La sesión plenaria del sábado convocada por el alcalde Benito Portela (Sadamaioría), logró el respaldo necesario para reclamar a la Xunta apoyo institucional para que el Concello se haga cargo de la gestión de las visitas a este edificio histórico, propiedad de la familia del dictador. Además, se aprobó la petición de que el inmueble se incorpore al patrimonio público.

La reivindicación salió adelante con los votos de Sadamaioría, junto a los del PSOE y BNG. La propuesta tuvo los votos en contra del Partido Demócrata Sada Popular (PDSP) y la abstención del PP. La Xunta reafirma su posición en este litigio: «Patrimonio non ten competencias na xestión das visitas ao pazo de Meirás». Según la versión del Gobierno autonómico, «Patrimonio non vai entrar nesta decisión adoptada en Sada, non é o seu cometido. O noso labor é o de velar e facer que se cumpran os catro días de apertura ao mes do pazo, tal e como está establecido en todos os inmobles catalogados como Ben de Interés Cultural (BIC), non só no caso do pazo de Meirás». Responsables de ese departamento de la Xunta comentan que la solución para Sada en este conflicto pasa por «chegar a un acordo co propietario ou propietarios do inmoble, para negociar o control das visitas. A Xunta non entra na xestión», insisten. 

«Dilixencia e vixilancia»

Por su parte, el alcalde de Sada, Benito Portela, dijo, tras conocer la decisión de Patrimonio: «A Xunta non pode mirar para outro lado». El regidor sadense comentó además que, a pesar de lo que diga Patrimonio, «trasladaremos o acordo do pleno á Xunta, solicitando o seu apoio institucional neste asunto, ademais de esixir máis dilixencia e vixilancia na información que se dá nas visitas, xa que deberían servir para refrescar a memoria histórica e non converterse nunha plataforma de apoloxía do franquismo», afirmó contrariado por la decisión de la Xunta.

El BNG busca desde el Parlamento el compromiso del Gobierno autonómico

El BNG presentó ayer en el Parlamento gallego una declaración institucional y una proposición no de ley para reclamar a la Xunta que se posicione en este asunto, además de insistir en la petición de declarar formalmente a la familia Franco y a su fundación non gratos en Galicia. El parlamentario nacionalista Luís Bará, reclamó que desde el Parlamento se lidere un «chamamento ás institucións» para que se adhieran a la plataforma creada «en pro da devolución do pazo de Meirás» al patrimonio público, una cuestión que, según el nacionalista, debería «liderar» la Xunta. Los socialistas gallegos, a través de la diputada Patricia Vilán, mostraron también su desacuerdo con lo que está ocurriendo en el pazo de Meirás, «fundamentalmente por respeto a las víctimas del franquismo». La formación En Marea pide apoyo a los acuerdos del pleno y al Partido Popular no le parece «adecuado» que la Fundación Franco gestione las visitas del pazo de Meirás.

El pleno reclama que el edificio se incorpore al patrimonio público

Sada escenificó un pleno extraordinario con el espinoso asunto de conseguir la gestión de las visitas al pazo de Meirás, propiedad de la familia del dictador. La iniciativa alcanzó el apoyo de la mayoría, logrando el respaldo a la petición de que el inmueble se incorpore al patrimonio público. Por su parte, el grupo municipal del BNG trató de introducir a última hora una moción para declarar personas «non gratas» en Sada a los familiares de Franco. La iniciativa no llegó a ser debatida por defectos de forma, aunque el pleno acordó atribuir esa condición forma simbólica.