Galicia suma ya siete meses en estado de prealerta por falta de agua

s. c. REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

JOSE PARDO

La Xunta no ve problemas a corto plazo pese al descenso del nivel de los embalses

12 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia sigue en prealerta por sequía, y justo hoy se cumplen siete meses en esta situación. Las lluvias primaverales y el irregular verano que está viviendo Galicia ayudan a mantener la calificación por el momento y la Consellería de Medio Ambiente no ha previsto cambiar de nivel, ya que si bien los embalses de abastecimiento no están llenos, el volumen actual resulta suficiente para surtir a las casas e industrias. La Oficina Técnica da Seca de la demarcación Galicia Costa, dependiente de Augas de Galicia, se reúne con periodicidad para tomar decisiones de acuerdo con el momento; de hecho, en eso consiste precisamente la prealerta, en vigilar muy de cerca la situación, que no es normal pero tampoco exige restricciones.

El volumen de agua que hay en los embalses gallegos de abastecimiento está en el 84 % si se elimina del grupo el encoro de O Con, por su escaso tamaño y singularidad. Este porcentaje no está mal para el verano, pero sin duda es mucho peor que hace cinco años.

En Galicia hay diez espacios de acumulación de agua para el abastecimiento urbano: Cecebre para A Coruña; Eiras y Zamáns para Vigo; Forcadas para Ferrol; Cachamuíña para Ourense; Caldas de Reis para O Salnés; Pontillón de Castro para Pontevedra; Baíña para Baiona; Beche para Abegondo y el más pequeño, O Con, para Vilagarcía de Arousa. En todos ellos menos en uno, el de Caldas de Reis, el verano del 2017 es peor que el del 2012. Incluso dos de ellos (Forcadas y Pontillón de Castro) tenían un cien por cien de ocupación y hoy, estando bien, ya no pueden exhibir la vitola de llenos.

El descenso medio del volumen de agua se sitúa en un 10 %, si se elimina del cómputo total el caso arousano de O Con. Este pequeñísimo embalse (cien veces menor que el de Cecebre o el de Eiras) se nutre exclusivamente de agua de lluvia y no llega para abastecer a la ciudad de Vilagarcía de Arousa; el agua les llega a los arousanos del río Umia y hasta del Ulla. Por eso, las fluctuaciones en este encoro son enormes y así hace cinco años tenía un lleno del 87 % y ahora se ha quedado en un 26 %. Desde la empresa suministradora de agua al municipio, Espina y Delfín, se explica que «en épocas de seca se mantiene como reserva para emergencias» y «este año no se coge agua del mismo desde mayo».

Algo parecido ocurre en Ourense con Cachamuíña. La ciudad se abastece con el agua de este pequeño embalse durante el invierno, pero en enero o poco después se opta por depurar el caudal del río Miño y hacerlo llegar a los hogares ourensanos.

El norte, mejor

Hay embalses, en cambio, que resisten bastante bien los veranos. Son sobre todos los del norte. Forcadas es un claro ejemplo. Aunque en el 2012 estaba al cien por cien, ahora todavía exhibe un envidiable 88 % de ocupación.

Mención aparte merece el de Caldas de Reis, que recoge agua del Umia y está al 81 % de su capacidad, cuando hace cinco años era el 79 %. La diferencia es mínima, pero es la única positiva de entre los diez encoros de abastecimiento gallegos.

Este 84 % de ocupación media de los embalses de abastecimiento en Galicia (80 % teniendo en cuenta todas las presas, también las de producción hidroeléctrica) resulta envidiable en el resto de España. La media nacional de toda el agua embalsada está en la actualidad en el 46 %, una cifra muy inferior a la del año pasado, que era del 62 %. Es más, la media de los últimos diez años en esta misma semana era igualmente alta para los porcentajes de hoy: el 61,7 %. La cuenca del Segura es la más perjudicada con solo un 20 % de agua.

Los concellos toman medidas

Ante el problema de la sequía, el Concello de Lalín hizo ayer un llamamiento a los vecinos por un consumo responsable del agua. En Ourense, donde el Miño tiene muy poco caudal a su paso por la capital, de momento ningún Ayuntamiento ha tomado medidas drásticas por la sequía, salvo A Rúa y Petín que habían solicitado nuevas captaciones de agua ya el pasado mes de junio. Los principales embalses de la zona de Carballo, el de Fervenza y el de Santa Uxía, están algo por encima del 50 % y al 61 %, respectivamente. En Muros, aunque el Valdexería va muy bajo de caudal, de momento no hay problemas de abastecimiento de agua.

La alerta puede conllevar desde prohibir el baldeo urbano a reutilizar aguas residuales

La prealerta es el nivel 2 de un total de 4. La alerta, o nivel tres, supone medidas de conservación de los recursos y gestión de la demanda: limitar el llenado de piscina, riego de jardines y baldeo de calles; cortes horarios de agua; posibilidad de hacer trasvases, explotar nuevos acuíferos y hasta reutilizar agua residuales. Ahora mismo no se toma ninguna de estas medidas, más allá del abastecimiento con camiones cisterna, que se limita a núcleos de población muy pequeños y no cercanos a las urbes principales. El nivel 4 es el estado de emergencia y el control lo tomaría Protección Civil, que restringiría el uso menos prioritario de agua y la evacuación de reservas de peces, entre otras cosas.

Las campañas pinchan durante el verano

Las campañas de concienciación por parte de la Administración son útiles. Así lo defienden la Consellería de Medio Ambiente y los operadores, como Espina & Delfín. Sin embargo, la llegada de turistas y el calor alteran los buenos propósitos durante el verano. De doce municipios consultados (Vigo y Santiago no ofrecieron datos), solo en tres se redujo el consumo de agua, y son Burela, Lugo y Ourense.

Los que consumen más. Sanxenxo es el concello donde más ha aumentado el gasto. Durante el segundo trimestre del 2016 se gastaron 197.452 metros cúbicos y este año fueron 291.814, un 47 % más. En este caso el buen tiempo de mayo y junio es la causa del incremento. En Vilalba también creció mucho: de 137.006 en el segundo trimestre del año pasado a 191.920 este.

Más o menos igual. Es lo más habitual. Ferrol, que tiene datos del mes de julio, pasó de 755.819 metros cúbicos el año pasado a 766.520 este. En Pontevedra ocurrió algo similar: de 637.400 a 643.073, también en julio. De los concellos que miden por trimestre, crecen solo ligeramente el de A Coruña (un 1,4 %, de 2,89 millones a 2,93), Vilanova (de 88.690 metros cúbicos a 101.825), A Illa de Arousa (56.464 a 58.832) o Vilagarcía (de 569.052 a 595.897).

Ahorran. Son los casos más aislados y el ahorro ha sido poco significativo: Lugo (de 2,485 millones a 2,450), Ourense (de 900.406 a 838.195 metros cúbicos) y Burela (de 115.861 a 103.511).