Los sindicatos rechazan el pago de un plus a funcionarios por ir a trabajar

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

Oscar Vazquez

Apoyan la mejora de los sueldos en el Concello de Ponteareas pero con otro criterio

10 ago 2017 . Actualizado a las 13:22 h.

Recibir más sueldo por cumplir la obligación de acudir al puesto de trabajo no goza del amparo de las centrales sindicales en Galicia. La aprobación de un plus en el Concello de Ponteareas para los funcionarios y contratados municipales que cubran al menos el 90 % de la jornada laboral y justifiquen sus ausencias, genera en los sindicatos comprensión en lo que se refiere a la aplicación de una mejora salarial, pero el rechazo unánime a que se ligue dicho aumento al mero cumplimiento de la jornada.

Los sindicatos apoyaron localmente en Ponteareas la medida aprobada por el pleno, encaminada a generalizar un complemento de productividad reservado hasta ahora a cuarenta funcionarios de una plantilla de casi doscientos trabajadores, pero apuestan por otro criterio para justificarlo que no sea el del cumplimiento de la obligación de trabajar.

«Tal e como está redactado, non está ben, pois parece que cobraríase máis so por ir traballar», manifiesta Carlos Igrexas, responsable de Administración local de la CIG en la comarca de Vigo. Como negociador de los cambios salariales adoptados en Ponteareas -concello regido por el BNG-, el representante sindical asegura que «xa advertín de que quedaba mal a redacción da explicación do complemento, porque a súa finalidade non é premiar o feito de ir traballar», reitera. Igrexas señala que el incremento de salarios por la vía de la productividad es una salida temporal mientras no se aprueba el convenio laboral y la relación de puestos de trabajo del Concello para regularizar las retribuciones, «herdanza dunha xestión desastrosa (en referencia a los alcaldes del PP) que habería que comezar dende cero», añade. Según la CIG, la empresa contratada para reordenar la plantilla municipal y su clasificación advirtió que equiparar salarios entre iguales trabajos, niveles y categorías entrañaría un gasto de más de un millón de euros anuales, cifra que asegura no puede permitirse el Concello.

El mismo criterio es expresado desde el sindicato CSIF, mayoritario en la administración local gallega. Se advierte que es legal luchar contra el absentismo laboral, pero se rechazan los criterios de asistencia al trabajo para mejorar el sueldo a través de un plus de productividad. «Es el ayuntamiento con los peores sueldos de la provincia de Pontevedra», asegura Alfonso Espiñeira, responsable de Administración Local de la central en Galicia, «pero no se puede primar el ir al trabajo», abunda. El representante del CSIF reclama una regulación efectiva de los puestos de trabajo del Ayuntamiento, clarificando competencias y responsabilidades de cada nivel.

«En Ponteareas se echó a los lobos a los trabajadores», estima Espiñeira, al entender que al presentar el plus ante la opinión pública como un premio a la asistencia, se da pie a que se piense que la mayoría de la plantilla no cumple el horario. «El Concello tiene reloj para fichar y se puede comprobar si cumplen o no», concluye, para reclamar una argumentación en favor del plus de productividad con criterios objetivos que superen el argumento de que es legal premiar a los que no faltan al trabajo.

«Falla algo no concello no que se teña que primar a asistencia. Para certificar o cumprimento da xornada ou denunciar o seu incumprimento xa están os responsables de cada servizo», señala Xan Caneda, responsable de administración Local en CC. OO. de Galicia. El dirigente sindical requiere además medidas que pongan fin a prácticas de alcaldes que asegura siguen repartiendo los pluses de productividad en función de afinidades políticas y personales «deturpando a función dos complementos».

UGT no aportó ayer su punto de vista al respecto.

El PP dice que así «se menoscaba la imagen del funcionario» y el alcalde calla

El PP, que junto a otras candidaturas afines, es el partido que más tiempo ha gobernado en Ponteareas, calificó ayer de «irresponsabilidad del BNG utilizar una medida extraordinaria para premiar a los que cumplan con su jornada de trabajo, al menos el 90 % en todo el año». La viceportavoz del grupo parlamentario del PP, Paula Prado, mantiene que el plus por asistencia al trabajo «menoscaba la imagen de los funcionarios», al dar a entender que faltan a sus obligaciones y hay que incentivar su presencia en el Concello. «La normativa establece que debería sufrir una reducción salarial el que solo cumpla el 90 % de su jornada laboral y no premiarlo», añade Prado, que en conclusión apunta que el caso de Ponteareas es «un ejemplo de mala gestión y del modelo del BNG, que es tirar de talonario y primar, de manera arbitraria, a la gente por ir al trabajo en lugar de utilizar esa herramienta para quienes hagan más horas, tengan nocturnidad o hagan frente a otros condicionantes».

Pilar Candela, presidenta de la gestora del PSdeG, defiende la autonomía local del gobierno de Ponteareas, donde cogobiernan los socialistas con el Bloque e independientes locales. Cancela está convencida de que la medida está pensada buscando «o mellor para os traballadores, como sempre fai o PSOE», añadiendo que la medida se tomó en paralelo a la negociación del convenio y la relación de puestos de trabajo, que culpa al PP de no haber hecho en 30 años de gobierno local y sí en cambio implantar pluses sin regulación, recalca la socialista.

La dirección nacional del BNG optó ayer por remitir a los órganos del partido en Ponteareas y a su alcalde, Xosé Represas, para obtener una argumentación sobre el plus, al indicar que fue aprobado por la corporación que él dirige. El regidor optó por el silencio, anticipando que hablará en unos días.

Un Concello que sufrió un duro plan de ajuste por su enorme deuda histórica

l.c.llera

Ponteareas era uno de los ayuntamientos más endeudados de Galicia. En el 2004 debía 25 millones. El gobierno del popular Salvador González Solla tuvo que acometer un duro plan de ajuste. La situación era tan crítica que el Ministerio de Hacienda intervino el Concello reteniendo parte del dinero que tenía que recibir el municipio por su participación en los ingresos del Estado. Cuando Solla abandonó la alcaldía en el 2015 la deuda había bajado a 11,6 millones.

El nuevo gobierno tripartito, encabezado por el nacionalista Xosé Represas y formado también por PSOE y una marea local (A Riada do Tea), ha reducido en dos años los débitos en un 58 %, pasando de 11,6 a 4,9 millones de euros. El Estado sigue fiscalizando y cada tres meses retiene el 50 % de los ingresos que les corresponderían al Concello. Con esta intervención recupera el dinero que Hacienda adelantó en el 2012 para sanear parcialmente las cuentas.

En mayo del 2016, el tripartito logró aprobar el primer presupuesto municipal en seis años. El último databa del 2010. En las cuentas aprobadas el año pasado los ingresos ascendieron a 13.777.053 euros y los gastos a 12.972.722.

En el último ejercicio, las nóminas de 190 trabajadores y de los concejales ascendieron a 5,5 millones de euros, un 42,5 % del total del presupuesto. El gobierno destinó a gastos corrientes en bienes y servicios, 6,1 millones y otro medio millón de euros fue para pagar condenas judiciales, intereses de demora y otros gastos financieros. Este año está prorrogados los presupuestos del 2017.

El tripartito asegura que, por primera vez en la historia de Ponteareas, a finales de año las cuentas estarán saneadas y con remanente positivo para acometer más obras sociales. El gobierno «agradece a los vecinos que entendan que estamos a destinar moitos recursos para pagar os pufos da débeda histórica do Concello e non a mellorar os servizos e infraestruturas municipais. Levamos dous anos poñendo orde económico para poder agora arrancar coa estratexia de cambio». No obstante, en estos dos años se incrementaron un 80 % las ayudas de emergencia, de 60.000 euros a 110.000 en el 2017.